UN ANIMAL DIVINO

Hace más de 4000 años los gatos fueron domesticados por los egipcios, quienes los adoraban como a seres divinos. Creían firmemente que tenían el privilegio de escapar a la muerte durante siete oportunidades.

Existen numerosas estatuas erigidas por los egipcios que han llegado a nuestros días. Como curiosidad hay que decir que cuando el dueño del gato moría, el felino era sacrificado y embalsamado junto al difunto.

Algunos de los dioses egipcios eran representados con algunas facciones gatunas lo que da muestra del fervor hacia los gatos. La más conocida de las diosas egipcias con cabeza de gato es Bast (diosa de la maternidad y la fertilidad).

Pero ahí no queda la cosa, los gatos estaban protegidos por las leyes del antiguo Egipto, en donde se castigaba severamente a quien lastimara deliberadamente a un gato. Otra costumbre relacionada con este animal era que si un gato moría, todos los miembros de esa familia debían afeitarse las cejas, llevándolo momificado al templo de Bubastis, o algún templo local.

Solo me queda por decir amigos míos

Miauuuuuuuuuuuuuuuuu