Debo admitir sin vergüenza y con algo de nostalgia que nunca me he subido a un tren. La culpa de eso la tiene el que fuera presidente de Costa Rica de 1994 a 1998. Mandó quitar todo transporte ferroviario estatal y desde esos años en el país sólo se usó el tren en fincas bananeras en la zona atlántica del país.
Durante unos 15 años estuvo toda la red ferroviaria abandonada hasta hace un par de años en que se ha retomado el tren como opción al transporte interurbano en la zona central del país. Resulta que mis rutas y mis horarios no coinciden con los del incipiente servicio ferroviario.
De ahí que no haya yo viajado en tren nunca en mi vida.
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He leído sobre el transiberiano y me fascina la idea de poder realizar ese viaje de 7 días en alguna ocasión. Según se dice cruza siete zonas horarias diferentes Es una de esas cosas que quisiera experimentar antes de morir sin embargo lo veo muy lejano en mi horizonte.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.