Y, chiripazo en Colombia, Cuba y Honduras. Al menos, my dear, eso es lo que dice don Ángel Rosenblat, eximio lexicólogo venezolano de origo polaco y uno de los puntales del equipo que, con el mecenazgo de la Fundación Guzmán Ariza, preparó el diccionario del castellano dominicano de la Academia Dominicana de la Lengua.
Siempre, en cualquier caso, a su disposición, darling.
Jaume de Ponts i Mateu