Stricto sensu las motos son automóviles..; oi?

"Felices los normales, esos seres extraños..;
los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida;
los que no han sido calcinados por un amor devorante,
los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros;
los satisfechos, los gordos, los lindos;
los rintintín y sus secuaces; los que cómo no, por aquí...
"

Ronny tuvo una madre loca por el bridge, un padre que se colocaba haciendo pasta y siempre decía que, de tener un hijo, preferiría fuese parricida. Era un flexible junco; turbador para quien sólo lo observase esperando volviese a sonreír como sólo él sabía, sí quería, sonreír. Le conocí porque tenía una hermana; me fijé en él cuando ésta me dijo que era así de pequeño..; cuando, nadie sabía la razón, cambió. Le comprendí un día en que, hablándole yo de que, en realidad, la única casa que consideraba mi home era la de mis abuelos paternos, a.c.s., él me confesó que era la primera persona que conocía que tenía una casa que era un home.

Con él, damas y caballeros, descubrí, por ejemplo, que me ENCANTAN las motos. Es decir: me ENCANTA ir de paquete en una moto. Ronny era, básica y primordialmente, un motorista.

Mon Dieu!;cuando, tras ¡TANTAS cosas!, después de su periplo danés, moría en mis brazos en una clínica del Cap i Casal le prometí que, como él quería, haría lo incinerasen vestido de motorista, con su casco y sus botas. NO fué fácil: cuando le comuniqué a su hermana su muerte y sus últimos deseos, en fin.., tuve que ponerme hasta duro indicándole que, v.g., ni ella ni sus padres tenían que preocuparse por los gastos porque ya estaban pagados y que había otros testigos de tales últimas voluntades (también dispuestos a ir a cualquier lado, naturalmente). Sí: fué incinerado como él quiso; quizá fué la única satisfacción que le dió su family (exacto: ninguno vino a la incineración).

"Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
los flautistas acompañados por ratones,
los vendedores y sus compradores,
los caballeros ligeramente sobrehumanos;
los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos;
los delicados, los sensatos, los finos;
los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras...
"

Al Nen le importaba un ardite la fábrica..; y, como mejor se lo pasaba era haciéndose crestas con jabón en el cabello. Sólo tragó en currar para papá cuando éste se puso ROTUNDO: si quería moto, ¡vamos!, tenía que pagarla currando (en una family catalana cien por cien hay cosas, ya saben.., ineludibles -su hermano mayor tampoco pudo eludir tal trago a pesar de sus excelentes notas, de su modoso encanto y de que JAMÁS se dejó ni siquiera el pelo largo-).

¡Ah!; le conocí en mi época más, digamos.., FOU. Todos los accidentes que he tenido en moto han sido con él y de muchos, ¡además!, he tenido la culpa yo.

La última vez que lo ví estaba ya muy enfermo... Pero, ¡aún iba en moto!; y, aunque ya pasaba de las crestas, seguía con su genuino aspecto punk. ¡Mi queridísimo, amadísimo, añoradísimo Armand se quedó FLIPAO con su tuneadísima moto! Recorrimos el delta del Ebre, bien sûr..; una experiencia IRREPETIBLE, sí. Digna, sin duda alguna, de ser tenida por FELIZ.

"Pero..;
que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
las ilusiones, las sinfonías,
las palabras que nos desbaratan y nos construyen;
a los más locos que sus madres, a los más borrachos
que sus padres y más delincuentes que sus hijos,
y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el Infierno, y basta...
"

El poema, mes amis/es, es del maestro Roberto Fernández Retamar, eximio poeta cubano.

"Debo decir que tengo una desconfianza ENORME sobre lo que un autor pueda decir de sí. Trabado entre modestias y vanidades (que pueden ser los mismo), y sobre todo impedido insalvablemente de mirarse con los ojos con que lo ven (y sobre todo lo verán) los otros, su testimonio sólo puede tomarse con las mayores cautelas (...). Quizás en el futuro, si algún ocioso quiere ocuparse de mis versos, descubrirá que, después de ilusionados pastiches, a mis veintitantos años, voluntariamente influido por la poesía inglesa {que, en general, conocí y sigo conociendo mal; pero, así son las cosas (...)}, y queriendo salir de un ambiente poético enrarecido, dí en buscar una poesía que se acercara a la conversación en su idioma, a lo inmediato en sus asuntos..." {el maestro, dixit}

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.

Jaume de Ponts i Mateu