Creo que puedo decirles que el niño a que me refiero en m/. modestísimo, humildísimo post en este mismo hilo titulado "¡ay!" (23/12/2016; 18'41 hs. p.m. -hora del foro-) es altzatarra {"la primera vez que Altza (“Alça” en la documentación) aparece en la Historia fué en el año 1141, inserta en un documento emitido por el rey de Nafarroa Gartzea IV Remiritz, "Berrezarlea", al que pertenecían en estas fechas tanto Altza como Gipuzkoa..."; Wikipedia, dixit} y que, por el árbol sagrado de Euskal Herria (ergo: el roble), se llama Haritz. ¡Ah!; y su charmante hermanita gemela, como su abuela y su bisabuela maternas y recordando la patrona del lugar {ergo: lo Oneko Ama Birgiña o "la Virgen del dulce Sueño"}, se llama Hua y su hermana mayor, toda una mademoiselle ya.., se llama, como su abuela paterna y madrina, Itziar (un nombre, me cuentan.., relacionado con el barrio de Deba -Gipuzkoa- y con un conocido y, además, popularísimo santuario mariano del que siempre han sido, son y, sin duda, seguirán siendo MUY devotas acá las gentes de la mar). Y, ya puesto.., decirles que la madre se llama Elaia (es así como se denomina un ave que viene a Euskal Herria desde África cada año y que se considera es anuncio de la primavera), el padre se llama Ager (es un nombre muy común en Euskal Herria porque el día de la Epifanía en euskera es Agerkunde y, además, el maestro ajangiztarra Balendrin Aurre Apraiz [1912-1966], celebérrimo e hiper-admirado escritor, traductor y poeta, usó los pseudónimos de Agerrekoa y Agerreko'Balendrin -también, sí, los de Aurraitz y Mendi-Bide-), el abuelo paterno se llama Maide (¿saben?, me informan que así se llama a un ser mitológico que entra por las chimeneas de las casas de Euskal Herria por la noche) y el abuelo materno Aitor (es tradicional en la familia, por lo que me han dicho; también me han hecho saber que significa "noble" e "hijo de buenos padres")... A que son unos nombres BELLOS, ¿eh?

"La hemofilia infantil afecta a uno de cada 15.000 niños en nuestro país. Se trata de una enfermedad de origen genético vinculada al cromosoma X que provoca principalmente la IMPOSIBILIDAD de que la sangre coagule adecuadamente tras haber sufrido una herida. También se dan casos en los que se producen hemorragias espontáneas, tanto internas como externas, provocadas por la carencia de una proteína denominada globulina antihemofílica. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, los padres de un niño hemofílico pueden tardar en conocer que su hijo sufre de esta enfermedad. Un accidente que provoca una herida que no deja de sangrar y la sangre no coagula, sería una posible evidencia. En los casos más graves, una simple herida podría representar incluso la MUERTE debido a la pérdida continua de sangre. Ante una deficiente coagulación en una herida es imprescindible acudir rápidamente al servicio de urgencias para que administren al niño el factor de coagulación que permita cerrar la herida; por desgracia, actualmente NO existe cura para la hemofilia infantil, pero tratamiento. Por norma general, un niño que sufre hemofilia tiene antecedentes familiares, ya que como hemos dicho se trata de una enfermedad genética y mayoritariamente hereditaria. Aunque también se dan casos en los que se ha producido una mutación genética y la enfermedad ha hecho acto de presencia como consecuencia de ello. Son los varones los únicos que se encuentran afectados de la enfermedad, ya que el sexo masculino está determinado por los cromosomas X e Y, y el del sexo femenino por dos cromosomas X. Precisamente es en el cromosoma X donde se encuentran los factores de coagulación, el varón sólo recibe una copia de este cromosoma y si existe un desorden genético en los genes que determinan la coagulación, tenemos entonces la hemofilia. Por el contrario el género femenino cuenta con dos cromosomas que aportan los genes de coagulación, de ahí que NO se produzca la enfermedad en las niñas. Hoy en día la supervivencia de un hemofílico es MUY alta gracias a la posibilidad de recibir vía intravenosa el factor anti-hemofílico que debería ser producido por el propio organismo. Quienes padecen la enfermedad pueden mantener una vida completamente normal recibiendo el tratamiento adecuado; NO es como antaño, en la hemofilia se asociaba a una sentencia de muerte. Ante la sospecha de la enfermedad, los especialistas realizan un análisis de sangre para conocer el grado en que afecta, pues cada caso varía dependiendo del problema genético asociado al cromosoma X. Por fortuna, cada vez se dan MENOS casos de hemofilia, sobre todo en los países industrializados; además, cuando existen antecedentes familiares se recomienda recurrir a las técnicas de reproducción asistida y realizar un diagnóstico preimplantatorio; con él los especialistas pueden determinar la posibilidad de que exista alguna enfermedad cromosómica y descartar aquellos embriones enfermos, con lo que la enfermedad queda desterrada. La ciencia médica avanza MUY deprisa y algunas enfermedades que antaño eran incurables, hoy en día son subsanables..." {pequelia.republica.com, 19/09/2008}

¡Es TAN charmant! Dicen que está loquito por volver al cole..; pero, ¡que le gustaría que todos/as fuéramos al cole con él porque sabe que nos gustaría MUCHO y lo pasaríamos MUY bien! Vamos..; que, desde su óptica, es así como un rollo ser mayor. Te pierdes mazo cosas guays, sí.

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, mes amis/es.

Jaume de Ponts i Mateu

post scriptum.- "la hemofilia (...) también afecta a los niños; se debe a que no se sintetiza alguna de las proteínas que ayudan a que la sangre se coagule; a esas proteínas se les llama 'factores de coagulación'; los factores de la coagulación cuyo déficit es más frecuente son el factor VIII (hemofilia A) y el IX (hemofilia B); cuanto mayor es el déficit, más importante puede llegar a ser el sangrado; desde el punto de vista clínico, a lo largo de la infancia el sangrado suele afectar a las articulaciones, pero puede afectar a cualquier estructura (piel, encías, nariz, sistema urinario, aparato digestivo, sistema nervioso, etc); el diagnóstico se establece desde la sospecha clínica, pero ha de ser sustentado en un estudio de coagulación básica y en una cuantificación de los factores de coagulación; para el tratamiento de la hemofilia infantil se utiliza la 'terapia sustitutiva': se aporta periódicamente desde el exterior, a través de un acceso venoso, el factor que falta; con esta terapia, los niños pueden llevar una vida normal; es más: se aconseja que incorporen a su actividad rutinaria la práctica regular de ejercicio físico; se recomienda especialmente los siguientes deportes: natación, senderismo, tenis de mesa, pádel, bádminton y baile; en cuanto a los juguetes, se recomienda el uso de juguetes blandos de cantos redondeados, sin aristas ni piezas cortantes; también debe evitar el juego con objetos pesados; es especialmente importante que estos niños lleven una estricta higiene dental, ropa cómoda y dispositivos identificativos 'tipo collar'; asimismo, conviene que se evite, en la medida de lo posible, el absentismo escolar, y que se les procure, en caso de necesidad, un refuerzo académico..." {guiainfantil.com, 09/12/2013}