Ma iaia, a.c.s., ella SIEMPRE lo dijo, había sido, SIN merecerlo precisaba aussi SIEMPRE, muy favorecida por el Eterno dándole a su tía paterna y madrina de bautizo y anegándole de su amor y su dedicación totales; y había sido el Altísimo, si cabe, más generoso favoreciendo a ésta con un marido como el que tuvo (un rico industrial textil británico cultivadísimo, desprendidísimo con su family y, ¡además!, fan de todo lo catalán).

¿Qué hubiese sido de ma iaia, a.c.s., huérfana y sin haber heredado un céntimo? Sus abuelos paternos ya habían fallecido..; sus abuelos maternos también... Su family paterna -SALVO su tía paterna y madrina de bautizo- hablaban de un colegio de monjas donde, cuando tuviese edad, pudiese quedarse de novicia y después profesar SIN que la dot tuviese que ser demasiado grande... Su family materna decía que lo que fuera tenía que ser a cargo de la family paterna; ¿no era una Casals? Ma iaia, a.c.s., confesaba ESTREMECERSE cuando imaginaba que su tía paterna y madrina de bautizo no hubiese sido, de la cabeza a los pies, una Casals.

CENSURÓ abiertamente a los suyos. Y, además AMENAZÓ con censurarlos públicamente a la menor oportunidad. Una Casals es, sí, TEMIBLE... Y los suyos, ¡más que nadie, naturalmente!, lo sabían. Se llegó, por tanto, a un arreglo: escuela como es debido acá (a cargo de los de acá) y navidades, pascuas y veranos con ella en London (a cargo de ella -bueno.., del marido de ella- SALVO el viaje de ida).

La tía materna y madrina de bautizo de ma iaia, a.c.s., y su marido tuvieron una hija y dos hijos; con ella, damas y caballeros, como hermanos. Y era, por supuesto, recíproco.

Uno de tales hijos llegó a ser un eminente y reconocido catalanófilo británico; muy amigo, además, del profesor Batista i Roca (ya saben..; el primer catedrático de catalán de la Cambridge University).

Y, ma iaia, a.c.s., desde que salí del internado, me enviaba cada verano un mes con él.

Recuerdo su coqueto despachito en la Anglo-Catalan Society... ¡Cuánto me gustaba ir! Allí me enganché definitivamente a los libros. Me encantaba, primero, sólo hojearlos, olerlos..; mirar las ilustraciones..; luego, claro está, empecé a leerlos. ¡Me PASMABA tener que ir a London para tener una Catalan Grammar o una Anthology of Catalan Lyric Poetry!; pero, con los años, también empecé a entender de política y a hilar las historias que oía por aquí y por allá. Él, afortunadamente para mí, consideraba que mi afición por los libros era algo que debía cultivarse con esmero...

Una de las visitas habituales era a los locales de la oxfordiana Dolphin Book... Recuerdo que la primera vez que fuí ¡me extrañó MUCHÃSIMO que quien hiciese libros fuese TAN sucio!; pero, ya con la carrera acabada, cuando entraba en los locales de la editorial en el 14 de Fyfield Rd. ya NO me extrañaba de lo que pasa con la tinta.

Ése fué mi primer trabajo tras licenciarme: chico de recados de la Anglo-Catalan Society. Que conste que lo había suplicado y me ENCANTÓ me hubiesen aceptado; y, lo confieso.., NO me pareció indigno aceptar me aceptaban porque se lo pedía quien se lo pedía. Al contrario (yo, ¡ay!, era aún así entonces). Fué, cette éclosion!, una temporadita de cine; ¡no saben ustedes lo que liga un joven catalán no más de buen ver con, eso sí, un inglés harto suficiente en el campus oxfordiano!; ¡alguien así era, entonces, todo un success! y, ¡además!, ya estábamos en la segunda mitad de los '70... Digo más: con el tiempo, damas y caballeros, he captado el morbillo que podía tener ligarse al, así me presentaba.., pupilo de tan eximio, peripuestísimo y respetadísimo profe y he comprendido más aún ¡aquel EXITAZO!

El hijo del así como hermano de ma iaia, a.c.s., NUNCA me hizo comentario alguno al respecto (así se evitaba sentirse obligado a comentárselo a ma iaia, a.c.s.; I suppose)... Él, siempre, con sus libros.

Un día me preguntó -conmigo hablaba en un catalán, oigan.., simple y llanamente PERFECTO; mejor, y con mucho muchísimo, que el mío-:

-"Has llegit ja el classique del mestre Wells?"

A mí..; compréndanme..; ¡me dió vergüenza tener que confesar que vernacula aún NO lo había leído!; y que, para más inri, aunque obligado lo había leído en francés, alemán ¡y, hasta en griego moderno!, lo había hecho TAN rabiando que ni me había fijado en lo que leía y menos en lo que decía. Me sentí, pues, TAN ahogado por la vergüenza que, no pude evitarlo.., MENTÃ.

-"Sí, és clar"

Sus ojos se le iluminaron y, ante mi creciente azoro, empezó a hablarme de un entretenimiento al que se estaba dedicando en horas perdidas: ¡traducir al catalán el classique del maestro Wells! Ya tenía pulida y tó la versión..; pero, esas cosas.., aún NO se la había dado a leer a nadie.

Yo era la persona ideal para darle una opinión respecto de un posible publique potencial catalán. Y, como ya lo había leído, MÃS.

-"Et va agradar, oi?"

Volví a MENTIR, claro está. Cuando se empieza...

-"Molt"

Sí: una versión EXCELSA. A su lado, mes amis/es, la que publicó Estrella Polar en su col. La Via Làctia purito ejercicio de primero de Facultad.

¡Allí sí! Allí ya me ENAMORÉ del maestro; del que empecé a leer TÓ lo que pillaba, por supuesto.

Pero, no leí vernacula el classique prota de este hilo (¡lo consideraba leído habiéndolo leído en catalán!) hasta bastante después.

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, my dears.

Jaume de Ponts i Mateu