El número 666, que aparece en Ap 13,18 "Aquí la sabiduría. el que tenga inteligencia, que calcule la cifra de la bestia, una cifra de hombre. su cifra es 666", merece una consideración especial, pues propone un enigma que ha dado lugar a todo tipo de especulaciones:

-La interpretación tradicional y que con razón goza de más partidarios es la que procura interpretar la cifra como alusión a un emperador concreto de la época en que escribe Juan; siguiendo el principio de gematría (equivalencia numérica que tiene cada una de las letras del alfabeto -griego o hebreo-). En este caso se trataría del alfabeto hebreo (hay discusión sobre ello) y se referiría al emperador Nerón (Qesar Neron), en hebreo Ksr Nrwn, cuyo valor, en efecto, es 666 (N=50; W=6; Q(K)=100; R=200; S=60).

- Otros (Prigent por ejemplo) se centran, simplemente en el valor simbólico de los números, si bien el texto no parece proponer esta interpretación, puesto que indica que se refiere a un hombre concreto. Así señalan, en esta línea, que 6 es un número imperfecto (7 menos 1), en cuyo caso tres veces 6 denotaría la imperfección de la bestia. Prigent concluye diciendo. "Este tipo de simbolismo que, señalando con claridad el carácter satánico de la realidad significada, excluye definitivamente todo intento de identificación concreta, es quizá el camino explicativo más seguro de este texto misterioso".

-Por último, están las interpretaciones puramente subjetivas y, a menudo, aberrantes, hoy sostenidas ya sólo por las sectas y mentalidades afines, que con ayuda del procedimiento de la gematría pretenden ver en el 666 el anuncio de un personaje histórico del futuro, personaje eclesial del presente o pasado del intérprete que la propone. Así se ha propuesto a Bush, al Papa,..., interpretaciones que carecen de todo fundamento.