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Tema: Cartas de un conejo gris

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  1. #1
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    05-diciembre-2008
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    Predeterminado Cartas de un conejo gris

    18 de noviembre de 2011.

    Quisiera creer que estas bien, pero tu ausencia tan larga me hace pensar que no es así. Quiero creer que uno de esos vértigos no te devoró como torbellino de sombra, que tu eres mas fuerte y luminosa, incapáz de nublarte. Por esa fe escribo.
    Pero también escribo para mi, porque estos mensajes quedan guardados como testimonio para no se qué, y sólo para mi supongo; aunque apenas hace unos dias yahoo me notificó que mi cuenta había sido interceptada, por lo menos eso sospechan ellos; y que debía cambiar mi contraseña.
    Pero, ¿que importa en realidad no?. Si yo no soy este, y si lo soy, lo soy desde un anonimato medroso. Y tu dijiste no ser la que parecias ser, sino que sólo eras el reflejo de lo que yo quería que fueses. Asi pues, que importan las intercepciones, ¿no?.
    ¿Recuerdas que te conté de una mujer que me reccordaba a ti?. Es Lety y es una chica sencilla, pero a la vez compleja; como lo serán supongo las gentes nacidas del sufrimiento (si, como tu exactamente).
    Ella ahora me está absorviendo la atención, y me está robando de a poco espacio en este viejo corazón. ¿Recuerdas que alguna vez te pregunté, sobre cuantas mujeres pueden caber en el corazón de un hombre sensible?. Hay corazones de múltiples moradas, y otros de solo unas cuantas; el mío es de estos ultimos y jamás dejo a mis huespedes. Como buen anfitrión, doy todo por ellos a cambio solo de la moneda del dolor y la soledad.
    Supongo que este ultimo párrafo será la definición del verso aquel de Benedetti "un alma triste".
    Quizá mi concepto personal e inconsciente del amor, es sólo el sencillo huir de la soledad; pero de la soledad del alma. Pero, de ser así, ¿porqué entonces hago huir a todas esas personas curiosas de descifrar mi misterio?. ¿Es que acaso es mayor la condena de un alma triste, que la sed de ver brillar y sentir calentar tibios soles de belleza?.
    Tu Adys, una de mis huespedes perennes; quien suele sentarse muda a escuchar soliloquios nocturnos; mientras yo sólo descifro entre la penumbra el contorno de tu pecho hermoso. Un fantasma condenado a no poder tocar ya mas nada.


    23 de noviembre de 2011.

    Sigo sin recibir noticias tuyas, sin saber como estás y que es de tu vida. Sobre todo sin saber si estas bien, que es lo que deseo.
    Te contaba de esta niña, Lety; que me recuerda a tí.
    Y sí, la verdad es que si me he enamorado de ella; pero el amor a esta edad ya no es igual, aunque en muchos aspectos pareciera serlo. Como si entre todas las partes del cuerpo o del individuo íntegro, la mente es la que menos percibe el paso del tiempo, ¿que contradictorio, no?. Porque el tiempo es puro asunto de percepción, y la mente es justamente la que registra todas las percepciones.
    Es una mujercita sencilla, simple, trabajadora y algo golpeada por la vida. Tiene un hijo de 10 años, con quien no vive pues lo tiene su suegra, pero el fin de semana integro se lo dedica a él. Es un mujer directa, algo lastimada por el continuo estar realizando labores de fábrica en jornadas frecuentes de 12 horas al día; y me refiero a lastimaduras emocionales mas que físicas.
    Recién me contó que anda de novia con el almacenista de la empresa vecina; además yo la he visto charlar animadamente con compañeros de trabajo, jovenes de 18 años. No tiene muchas pretensiones, es sencilla y simple. Pero es bonita en muchos otros aspectos, en esa manera de entregarse a la vida, al trabajo, a su hijo, a su madre, a sus amigas y amigos.
    La gente de emociones complicadas, como yo, se siente atraída por gente como ella (y como tu); y es cuando la mente juega malas pasadas, haciendo creer a uno que es el de antes. Pero el espejo dice otra cosa, y la familia y los compromisos de un hombre de 45 que tu ya conoces; por todo lo que una vez charlamos sinceramente (aunque tu me hayas acusado de lo contrario).
    Ella va para los treinta años (sí, tal como tu recién que nos conocimos; cuando hablabas de festejar tus 15 años dobles). Supongo que esa será la edad mas plena de la mujer; y yo con la inevitable experiencia lo leo de Inmediato. Así que además de experto, soy hambriento de belleza y de todo aquello que puede ofrecer una mujer plena, supongo.
    Y entre todo esto, hoy como ayer y como antes espero lo recuerdes, sigo cuestionando al amor. No se si ser y hacer las cosas de otro modo; por ejemplo como canta Arjona "cuando fue la última vez que se te escapo el amor, por no dejarlo libre" o algo así. Y entonces dejarme consumir por ese fuego pasional, sin perder la razón y sin dejarme consumir del todo.
    O huir del fuego, como fue contigo.
    O apartarme y sufrir, que es casi lo mismo que lo anterior; pero con la diferencia... no, creo que no hay diferencia alguna. Apartarse a esperar que pase, como lo he hecho dos o tres veces antes. Solo que con la edad se me va haciendo mas complicado aguantar esos dolores. Tal como se va haciendo mas dificil lograr siquiera despertar al menos una ligera brisna de amor, en la mujer deseada.
    Que va. Siempre he sido sincero contigo, aunque no lo creas. No soy demasiado atractivo, menos aun ahora que antes; no tengo dinero; soy casado y con dos hijos. No soy fiestero, ni alegre. Para que seguir ¿no?.
    Me pregunto si existirá la mujer que puede encontrar mi verdadera belleza, esa que para muchos ni siquiera lo es; la de un alma sensible y sedienta de muchas cosas; vinos que no se saben bebeer en la tierra, como escribía José Martí.
    Y luego, si es que existe esa mujer; si será o no capáz de saltar las barreras ya descritas y al final, si será de mi interés. Porque suelo ser despiadado con quien no es de mi interés. Despiadado quiere decir indiferente, como es en la mayoría de los casos.
    Alguien diría feo, pobre y delicado.
    Necesito de tus palabras, Adys. Necesito beber de tu vida, para seguir alimentando la mía.


    28 de noviembre de 2011.

    Mientras esto escribo, escucho esa melodia de Chopin, con el título que da título a este mensaje (tristesse); ¿la has escuchado?. Podría decir ahora que es la melodía mas hermosa del mundo, por triste precisamente; pero no a todos les hes atractiva la tristeza, y por lo tanto tampoco gustarán de esa melodía.
    Hoy por ejemplo, que te escribo y no estás ahí para leerlo; al menos está esa musica acompañando tu ausencia.
    No puedo evitarlo, me viene a la mente solo una tragedia: que tu no estés ya mas acá, que la vida te haya negado su soplo al fin. Y entonces pienso en ir hasta allá a buscarte, frente a tu tumba si es que eso fué y es preciso. Y buscar y conocer a tu hija y que me hable de ti, si no estás ya tu misma para hacerlo.
    No, por supuesto que no lo hare, tu me conoces. Uno es lo que es casi por siempre; y esta gente odiosa como yo que no se atreve a seguir un sueño, en nombre de nada. Ni siquiera en el nombre del amor, de la tristeza o del dolor de estarse consumiendo en pasiones arrebatadas.
    Por cierto, esta tarde fue una tarde gris. Recuerda que en tardes así yo debería estar mas vivo que nunca en el escaso recuerdo que puedas tener tu de mi. Sí, soy un conejo gris. Soy un hombre sin rostro que al menos por un instante despertó alguna ilusión, y espero que también un momento de belleza sensible en tu vida.
    Una divina ilusión. Ese es el nombre que tomó la melodía referida al volverse canción. Un sueño fué que no se realizó.
    Un beso hasta donde estés, Adys. Mi Adys.

  2. #2
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    Predeterminado Cartas de un conejo gris

    02 de diciembre de 2011.

    El amor es una locura, y se alimenta de locuras; ese es el secreto para que no muera. Es el secreto de su eterna juventud.
    Luego entonces, cuando uno se casa y se compromete; el compromiso mismo y las responsabilidades que van llegando, hacen tantear cuidadosamente el camino por andar; y por último se abandonan las locuras por lo riesgosas que pueden ser para la estabilidad matrimonial.
    Y entonces, alguien que jamás ha cometido locuras amorosas, como lo soy yo ¿no es natural que anhele la locura del amor?. Porque la gente suele anhelar lo que no tiene, aquello de lo que carece.
    Hay gente, como tu Adys, que por el contario empezó su vida con ciertas locuras; y al final se sometió ante aquello que las reprime, es decir la vida familiar y matrimonial. Pero tu me dijiste al final que habias vuelto a ellas, o quizá lo dijiste desde antes con tus misteriosas visitas a una mujer DeFeña.
    Quizá tu eras aquello de lo que me acusabas, la insinceridad. Todo es posible. Aunque en el fondo yo presiento que no fué así, porque yo creí y creo aun en ti.
    Cada vez se me antoja mas hacer locuras, en la desesperada búsqueda de la locura del amor. Y es contradictorio, porque conforme pasa el tiempo debería irse asosegando el espíritu ¿no?.
    ¿Te parece que sólo en la locura es cuando cobran vida los fantasmas?. A mi cada vez mas me parece que así es.


    07 de diciembre de 2001.

    Ese bello camino. El único, el del amor.
    Tu recorrías uno, y te saltó un conejo gris que pretendía llamar tu atención; pero luego huraño se apartó de él. Tú asociaste ideas, por ello me contaste el suceso, con el íntimo y secreto afán que hubiese sido yo un nahual poético.
    ¿Quien asegura que no?, que las trasmutaciones y el apersonamiento ¿no pueden ser milagros del amor?.
    Pero para mí, hoy lo sé, el amor es auténticamente triste. Porque el amor es el reflejo del alma del amante. Y tu eres exactamente como yo en ese aspecto.
    Somos seres que encontramos la belleza en la tristeza, ese único lugar donde para nosotros habita el amor.


    10 de diciembnre de 2011.

    Hola Adys.
    Tengo en mi lista de pendientes, en cuanto tenga dinero y fortuna, acudir a el valle de... a buscar tu huella, a seguirla y llegar a ti. Porque es la única manera en que puede tener algo de certeza la incertidumbre.
    ¿Te conté añguna vez que te estuve haciendo un dibujo?, y que quedó inconcluoso por muchas razones y a la fecha sigue así. Los antecedentes de esto (y apenas me doy cuenta de ello, quiero que lo sepas, porque ahora estoy haciendo otro para Lety), se remontan a mi infancia, pre adolescencia y adolecencia. Pero no quiero ser extenso en la descripción, en este caso solo lo voy a resumir en una frase sentenciosa. Que cuando el alma esta cautiva en la rutina, en la subordinación o con algun otro tipo de cadenas; esa alma busca entonces ventanas para volar. Y el dibujo lo fué para mi alma, una via de escape por mucho tiempo.
    Luego, a través del dibujo aprendí a demostrar amor; o por lo menos a dejar una pequeña constancia de el. Entonces, si aquél dibujo era tuyo, debo entregártelo porque ese es su único sitio. Así que una vez que sepa que iré a buscarte, lo concluiré antes; para dejarlo terminado en tus manos... o en las de Brisa.


    10 de diciembre de 2011.

    Estos dias en que estuve haciendo el dibujo para Lety, me di cuenta que fué esa actividad como una válvula de escape; que el dibujo cumple en mi una función como el verso para José Martí.
    Y mira, te copio su verso sencillo, creo que es el número 64:

    Vierte, corazón, tu pena
    Donde no se llegue a ver,
    Por soberbia, y por no ser
    Motivo de pena ajena.

    Yo te quiero, verso amigo,
    Porque cuando siento el pecho
    Ya muy cargado y deshecho,
    Parto la carga contigo.

    Tú me sufres, tú aposentas
    En tu regazo amoroso,
    Todo mi amor doloroso,
    Todas mis ansias y afrentas.

    Tú, porque yo pueda en calma
    Amar y hacer bien, consientes
    En enturbiar tus corrientes
    Con cuanto me agobia el alma.

    Tú, porque yo cruce fiero
    La tierra, y sin odio, y puro,
    Te arrastras, pálido y duro,
    Mi amoroso compañero.

    Mi vida así se encamina
    Al cielo limpia y serena,
    Y tú me cargas mi pena
    Con tu paciencia divina.

    Y porque mi cruel costumbre
    De echarme en ti se desvía
    De tu dichosa armonía
    Y natural mansedumbre;

    Porque mis penas arrojo
    Sobre tu seno, y lo azotan,
    Y tu corriente alborotan,
    Y acá lívido, allá rojo,

    Blanco allá como la muerte,
    Ora arremetes y ruges,
    Ora con el peso crujes
    De un dolor más que tú fuerte,

    ¿Habré, como me aconseja
    Un corazón mal nacido,
    De dejar en el olvido
    A aquel que nunca me deja?

    ¡Verso, nos hablan de un Dios
    Adonde van los difuntos:
    Verso, o nos condenan juntos,
    O nos salvamos los dos!

    Y recordé que aquél dibujo que te estuve haciendo, me ayudó justamente a descargar el agobio que oprimía entonces mi pecho; esa pasión que ya no cabía dentro de mi.
    Sólo así pude ir desalojándote un poco, que fueras dejando de ocupar todo el tiempo mi mente y mi voluntad. Fué eso, el dibujo y la escalada a..., lo que dejaron que mi espíritu se recordara de la libertad.
    Sin embargo, eso no creo que signifique que la pasión amorosa sea una cadena para el alma. Es sólo un páramo extraño por donde ella, el alma, no está acostumbrada a volar.
    Y es que el alma, supongo, no está hecha para ser triste por siempre.
    Pero que alma tan necia, de volver siempre a volar por cielos grises, por habitats de tristeza y de soledad; bebiendo copas de melancolía que tienen un amargo que no puede dejar de beber; una y otra vez. Porque igual es un elixir no terrenal.


    13 de diciembre de 2011.

    No puede ser, que uno se condene a repasar lo vivido; tanto más si no hay una razón válida para que así sea.
    Esta mujer, Lety; como se ha metido en mi corazón; y como ha desplazado tu recuerdo. Tal como tu desplazaste otros, y a aquellos otros mas.
    Pero dentro de ese fuego que me consumía, de esa tristeza profunda, de esos celos arrebatados y de esa ira que nace de la nada, de suspicacias inexitentes; de irrealidades y de sueños falsos; dentro de todo eso cobré razón para preguntarme a mi mismo, frente a ella, ¿porqué?.
    La vi, la examiné, la cuestioné mudo; y no encontré una razón de porque esa mujer en particular pudo despertar ese fuego que me abraza. Y bueno, quizá sea cosa de química animal, feromonas o que se yo que diablos; porque igual atrapa otras voluntades. Pero mi espíritu inquieto, y mi razón alerta y observante buscan razones; tengo que encontrarlas para poder dejar de ser consumido; vamos, ya lo he sido tantas veces que el fuego ya no debería inflamarme.
    Es una mujer no muy bella, si con pechos grandes; y con unos modos de niña inocente. Apárentemente desinteresada de todo; que cobra confianza con quien sea, sin importar la edad o la condición. Ahí está la primera pista, que ese trato me devolvió de súbito a la juventud en extinción.
    Yo paso, repaso cada ocasión que mi corazón se engaña con estas ilusiones; con mi buena memoria recuerdo las etapas, las consecuencias, los discursos y las justificaciones; trato de recordar las moralejas. Trato de recordar los métodos de liberación, y el vacío del "si tan solo hubiera...". Y sí, esos recuerdos de vacío y tristeza, me parece que son los que provocan las recaídas, justo por tratar de huir de ellos acaba uno corriendo a sus brazos. Esa es la segunda pista.
    Por ahora, con estas dos pistas trataré de recobrar la lucidéz; misma que obviamente no quiero recuperar, puesto que he buscado esta locura con tanto afán. Y si logro salir de ella, el miedo me hará volver a otra, supongo.
    Genio y figura, que se niegan a llegar así a la sepultura que ya no promete esperanza de nada.
    Hoy sí, Adys; hoy si deséo salir de estas nubes que me han deprimido como no había imaginado que pudiese volver a suceder.
    Hoy si quiero soles, pero no de los que abrazan hasta la extinción. Quiero sólo uno que me de el calor suficiente para revivir.

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