Gracias por las imagenes, lindas
Les regalo otro cuentito:
Infierno
Recordaba hace un rato, con un sentimiento que no se bien cómo explicarlo, pero con el alivio de que solo es un mal recuerdo, algo que no llego a nada. Caí bajo un tipo de hipnosis, algo sobrenatural, enfermo, demoniaco. La casa que estaba junto a la mía se desocupo, y una pareja de recién casados la compro.
Nos conocimos rápidamente, ella parecía muy amable, y el, tantas cosas podría decir sobre él, pero diré solamente por ahora, que fue quien cambio mi vida como jamás lo hubiese imaginado, me sometí profundamente a él, no sé como lo hizo, pero ni el mismo demonio hubiese logrado hechizarme de esa manera.
Ella, más joven que yo, nunca se entrometía en nada, parecía estar de acuerdo con él en todo, como si también la hubiese dominado.
Mi relación con ellos fue creciendo, yo cenaba en casa de ellos, y ellos en la mía. El nunca nos dejaba solas, y ella en cambio, siempre tenía algo que hacer, siempre una excusa para abandonar el lugar donde estábamos.
Una noche, estando él y yo solos en mi casa, me confesó que ya no quería estar con ella, que no la amaba realmente y que desde que nos conocimos solo pensaba en mí. No podía creer que me estaba diciendo eso, que mis oídos escuchaban esas palabras que tanto habían deseado oír.
Fuimos amantes durante casi un año. Ella jamás sospecho nada. O quizás no le interesaba. No sé por que, pero relaciono esto con la forma de persuadir que el tenia.
Con el correr del tiempo empecé a sentirme presionada por él, ya no quería que hable con mis amistades, con mi familia, la gente que me quería. Me insistía para que no vaya al trabajo para poder quedarme con él, sabiendo que podían despedirme, me reprochaba cosas sin sentido, me comparaba con su esposa. Se había convertido en un calvario. Sentía mucha presión, un sentimiento que ya no me dejaba dormir. Había perdido varios kilos, y mis ojeras eran impresionantes. Pero aun así, no podía dejarle. No sé qué era lo que me lo impedía, una fuerza muy poderosa, algo que estaba más allá de mí.
Después empezaron las amenazas. Amenazas de suicidio, amenazas de matar a su esposa junto con el… cosas muy enfermas, que yo no podía detener. Cuando por fin me decidí a dejarle, me dijo que mataría a todos mis seres queridos y que todos se enterarían de lo nuestro, que destruiría mi vida. Como si ya no estuviese destruida para ese entonces.
No sabía que mas hacer, no podía manejar semejante situación. Acudí a una vieja bruja en las afueras de la ciudad. Cuando le enseñe la foto de este hombre se horrorizo, me dijo que era un monstruo peor que el diablo, sin siquiera yo contarle la historia. Me dijo que solo podía confiar en Dios, y que ni ella podía hacer nada, mirándome con lágrimas en los ojos.
Cuando volví a mi casa, con el corazón en la boca, me encontré con muchos policías, y la ambulancia. Ella se había ahorcado. Obviamente fue obra de este demonio psicópata.
¿Qué me esperaría a mí? ¿Qué podría salvarme de ese infierno?
Desesperada, mientras el realizaba los tramites de la muerte de su esposa, tome mis pertenencias más livianas, mis ahorros, y escape de ese horror. Viaje kilómetros y kilómetros, cruce el océano y llegue aquí, a un pueblito pequeño de Italia. Aun lejos, vivo escondida, no hablo con casi nadie, y no he hecho amistades. Ya no tengo nada de mi antigua vida. No tengo más familia, no tengo amigos, no tengo nada, solo mi paz, tan valiosa como todo el oro del mundo, al menos para mí.
Aunque no puedo evitar este raro sentimiento cuando recuerdo la historia, me reconforta saber que la pesadilla termino. Lamento haber perdido todo, pero más lamentaría ver morir más gente inocente por mi culpa.
Ojala que la historia no se repita jamás, y que este demonio pague por tanto daño. Yo desde mi oscuridad seguiré rezando por la paz de todos ellos.