Hola,
muy bueno. Imparcial y moderado.
Curiosamente, en magnitud menos drástica, la “suspensión” de la democracia en Italia, que ha comenzado en estos días, demuestra que la política no logra resolver los problemas serios de una Naciòn. Polìtica y derechos políticos son simples palabras vacìas de contenido y privas de valor cuando nacen “los verdaderos problemas”; sirven sì, cuando todo marcha bien y hay riquezas que conquistar o malversar.
Extrañamente, la crisis actual, que toca a todos los niveles, demuestra que sin cambios estructurales es imposible mantener la paz. Estàn demorando la aplicación de medidas revolucionarias por miedo a las consecuencias; pero el letargo y el miedo tendrán peores efectos que una revolución.
Una revolución no es, como su nombre podría dar a entender, un cambio brusco sino que es un proceso largo, un sistema de vida. Cuando se estanca por mucho tiempo la pulsión social de justicia y bienestar comienza a marchitar la sociedad toda; como sucede hoy. No se toman medidas revolucionarias con el suficiente coraje y determinación, alargando la agonía o anticipando la muerte.
Un saludo y felicitaciones; buen trabajo.