Querido Socorp, Cindy, seguramente, está muy agradecida por el tiempo en el que estuvieron juntos.
No sé si se leerá extraño, o cursi, o no sé pero, desde pequeña, pedí estar en el cielo de los animales que me honraron con su presencia y cariño, y que fallecieron.
Ella te brindó tanto, y tú a ella y, eso, eso, amigo mío, hay que aplaudirlo.
Bravo, Cindy. Bravo, Socorp.
Y que la eternidad nos espere junto con nuestros seres queridos.
Los gatitos de mi amigocho...
«The brain is the seat of madness and delirium.»