El sueño va sobre el tiempo
flotando como un velero y
nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño.

Y si el sueño finge muros
en la llanura del tiempo,
el tiempo le hace creer
que nace en aquel momento.

Sólo Somnus va sobre el sueño
del tiempo, hundiendose más
allá de la raíz de nuestro propio infierno.

De puntillas, sólo de puntillas
y sin hacer demasiado ruido entra,
con el fin de desestabilizar nuestro conciliador
sueño.




Sírvase bien frío.