Los autos son como la ropa, como los viajes, como la comida. Uno los elige según muchas más cosas que el mismísimo gusto. En la elección de un auto intervienen el status social, el dinero con el que se cuente en ese momento (convengamos que a todos nos gustan las Ferraris, pero nadie se las puede comprar), el lugar donde estemos trabajando (trabajar en el campo, trabajar en la ciudad), la posición en la que estemos trabajando (no es lo mismo ser empleado que gerente, por ejemplo) y nuestro gusto por el pito (no es lo mismo el maraca que se compra un Mini al machote que se compra un Mustang). De todas formas, si pretendiese ahondar en cada uno de los autos que se pueden comprar, no me alcanzarían las páginas de este pasquín, así que vamos a los más vistos en Mendoza