A una fuerza sin oposición a ésta.

Tú le llamas 'Dios', yo la llamo, ammm, no sé pero, para que me entiendas, le diré 'Dios', pero sin oposición al otro Dios en el que crees, Satanás. Yo no creo en Él, ni en tu Dios, ni en todas las bazofias escritas en la Biblia, con excepción de ese versículo que dice algo así: El amor nunca deja de ser... ese está bonito.

Ya decir cómo piensa Dios, qué es lo que quiere Dios, cómo quiere Dios que se haga el amor, sinceramente, es un acto de soberbia de tu parte. ¿Apoco sabes el pensar de Dios? ¿Apoco has hablado con Él? Una cosa es sentirlo, otra, muy distinta, que lo haya hecho.