Es una madre con una hija que es casi tan fea como tu, osea no se, diria que más incluso. (oye no te lo tomes en serio que tampoco eres tan fea no?).

Y esto que están en un tren en su compartimento y entra un hombre y al abrir la puerta exclama: Dios mio que espanto! mientras mira a la hija y sale de alli a toda velocidad. Al poco tiempo entra una mujer y de nuevo al ver aquello sale despavorida santiguandose de manera frenetica y murmurando cosas raras. Despues llega un paleto abre la puerta, observa el comportimento y tranquilamente se sienta al lado de las dos mujeres. En esto la madre empieza a decir: ves hija que alegria que la gente no sea maleducada, y a repetirlo una y otra vez. El paleto mientras tanto saca un melon y se lo empieza a devorar.

Cuando termina se queda mirando por todo el compartimento hasta que dice:

- Oiga señora, la bestia come mondas?