Una mujer tenía un amante, y cuando no podía atenderlo dentro de la casa por encontrarse su marido; había acordado con el amante que por un agujero en la pared que había hecho y luego disimulado en la cocina, le diera sexo oral.
Un día el esposo le informó a su mujer que no iría al trabajo debido a que le dolían mucho las hemorroides. Así que la mujer llamó a su amante y le notificó que tendrían que usar la técnica de la pared.
Mientras, a la mujer se le ocurre algo y le dice al marido:
-Mi amor, ya que te duelen tanto las hemorroides, a veces llega un toro al patio y cuando siento irritación, me lame mis partecitas por un hueco que hay en esa pared. Intenta a ver...
El esposo, que anda desesperado, se baja los pantalones y pone su trasero por el agujero que le indica la esposa. De pronto, se oye un gran alarido:
_Ahhhhhhhh, mujeeeeeeeer... el toro este se equivocó! En lugar de la lengua me metió el cuernoooooooo!!!