Buena tarde a tod@s, esta en mi opinión es una incógnita que no tiene respuesta posible, pero tiene un poder de sugestión innegable.
Hace tiempo tuve una charla con un cura, y surgió de la manera mas tonta, el me preguntó por mi fe, y le mostré mi ateísmo. Fue bastante tiempo atrás y cierto es que mis experiencia me conducen hoy por otros caminos.
El caso es que debatimos largo rato, el incesantemente intentaba conducirme hacia su creencia y yo rebatía siempre desde el respeto, fue un debate interesante pues el también ofrecía respeto en sus argumentos, llegamos a un punto en que le dije que Dios tan solo era un elemento de control, y que la iglesia lo utilizaba para controlar mediante el miedo, y su respuesta fue que en cierto modo era necesario, que la gente sin un miedo a sus acciones serian salvajes.
En nuestra cultura se nos inculcó el miedo a la muerte. Sin siquiera saber que ocurre después, la sociedad que aún (aunque cada vez menos) tiene inculcado un miedo que ya es casi atávico hacia la muerte y que se nos legó como doctrina, no suele observar que unicamente sabrá que hay despues de la muerte mediante la experiencia.
Cada cambio tiene su momento, y preocuparse por ello antes de tiempo, solo nos hace desperdiciar el disfrute del ahora.
Pero solo es una opinión.
Última edición por NWAtrapado; 07-jul.-2011 a las 08:54
Los mejores frutos de la vida se recojen sembrando las mejores semillas.
¡Vida, nada me debes!
¡Vida, nada te debo!
¡Vida, estamos en paz!
I loved, I was loved, the sun caressed my face.
Life, you owe me nothing, Life, we are at peace!
No hace falta ninguna religión para que un hombre bueno haga cosas buenas ni para que un hombre malo haga cosas malas, pero sólo la religión es capaz de lograr que un hombre bueno haga cosas malas.
Fui bautizada y criada en el catolicismo, pero jamás he sido creyente. Ni falta que me ha hecho para ser mejor o peor persona, nunca me importó lo que dios pensara de mí, si me juzgaba y me perdonaba o no.
Mi juez más dura soy yo misma y mi conciencia, y si alguna vez he cometido un error o he hecho daño a alguien, o le he perjudicado de alguna forma, ridículo me parece confesarme ante un ser superior, pido perdón a esa persona e intento reparar el daño.
El ateísmo salvó mi alma inexistente.
Reconduciendo el tema al planteamiento original, me resulta muy triste pensar que después no hay nada, porque si así fuese, el mundo solo existe para mí, ya que cuando acabo el acaba conmigo, dejo de sentirlo y el mundo deja de ser para mí, ni es ni soy, ¿fue entonces mi vida una ilusión?.
Los mejores frutos de la vida se recojen sembrando las mejores semillas.
Lo importante es que tienes claro lo que eres y lo que sientes.
¿De verdad nadie se da cuenta que está desperdiciando la única vida que tiene certeza de que existe haciendo cosas para agradar a alguien que probablemente no exista por si acaso hubiera algún lugar al que ir después de este?
Yo prefiero que no haya nada después de la muerte, no vaya a ser que el sitio y la compañía no me gusten y la eternidad, pensándolo friamente, es el peor de los castigos. Algo que nunca tendrá fin. Lo poco agrada y lo mucho cansa, así que lo eterno debe ser insoportable.
Bueno, yo estoy en conflicto desde hace mucho tiempo. Es que, quiero creer que no dejamos de existir cuando morimos, es decir, aparte de vivir en la memoria, nuestra alma o conciencia (como pueda llegarse a llamar) seguiría en algún lado, creando nuevos momentos... pero si simplemente habría un vacío y realmente desapareceríamos, la verdad es que sería una verdadera pena.
Más allá de la religión, yo espero que cuando ya no estemos más en esta vida, estemos viviendo otra, mejor o peor, eso ya no podría elegirlo, pero que ahí estemos, deambulando, amando, creciendo.