Nevermore

Vamos, pobre corazón mío, vamos, mi viejo cómplice,
levanta otra vez y pinta todos tus arcos triunfales;
quema incienso rancio en tus altares de oro falso;
siembra de flores los bordes abiertos del precipicio;
¡vámos, pobre corazón mío, vamos, mi viejo cómplice!

Eleva a Dios tu cántico, oh chantre rejuvenecido;
entona, órgano enronquecido, espléndidos Te Deum;
anciano precoz, pon afeites sobre tus arrugas;
cúbrete de tapiz morado, muro amarillento;
eleva a Dios tu cántico, oh chantre rejuvenecido.

¡Sonad, cascabeles; sonad, campanillas; sonad, campanas!
Porque mi sueño imposible ha tomado forma y yo la tengo
entre mis brazos ceñida: la Felicidad, esa alada
viajera que el hombre evita los acercamientos.
¡Sonad, cascabeles; sonad, campanillas; sonad, campanas!

La Felicidad ha caminado codo a codo conmigo;
pero la FATALIDAD en absoluto conoce tregua:
el gusano está en el fruto, el despertad en el sueño,
y el remordimiento está en el amor: tal es la ley.
La Felicidad ha caminado codo a codo conmigo.

Paul Verlaine