Elevando mis ojos al cenit veo
Azabaches vivos surcando el cielo
Saetas negras
Delicadas bailarinas con alas de terciopelo
Gozadoras de la libertad suprema
Conocedoras de meteoros y fatuos fuegos
Que me relatan con sus danzas
Historias de lejanos vientos
Aquella me cuenta acerca del arcoiris
Gotas luminosas de rocío fresco
Pinceladas mágicas de duendes y elfos
Aquella otra me dice que te ha visto
Suspirando y mirando al cielo
Y yo le pido que me diga
Cuan azul y hermoso es aquel cielo
Para merecer la mirada
De la mujer de mis sueños
Y el ave me confiesa:
Es el más maravilloso y profundo azul
Que alguna vez haya visto
Aunque a veces se desagua en tristezas
Y otras brilla nostálgico
En las tardes tranquilas de enero
No te equivoques golondrina viajera
Lo que me estás describiendo
Son los lejanos ojos de mis sueños.