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Mi papito era tan bueno!
Durante años fue para mí el mejor del mundo.
Muñeca que me gustaba, me la compraba. Pero no solo conmigo, sino también con mi hermanitos. Fernando ganó una moto a los 16, y auto el día que cumplió 18. Celulares, laptops, y cuanta moda salía, nosotros teníamos.
Mamá vivía de la modista a la peluquera, y con personal trainer en casa.
Papá compró un caserón enorme y divino.
Mi papito era tan bueno!
Yo sentía tristeza por mis vecinitos, porque el papi de ellos no era así. Para regalarles un PC, estuvo semanas haciendo cuentas con su esposa. Trabajan tanto los dos -que a diferencia de mis papis-, solo ven sus hijos de noche y a veces.
Ahora la cosa cambió. Mi papá se ha vuelto malo.
No entiendo mucho de esas cosas, pero noté que algo raro pasaba en casa. Comenzaron a llegar cartas y más cartas de bancos, de la telefónica, de tiendas, de las tarjetas de crédito. Vino hasta el señor que papá le compró la casa, y dijo algo como que si no terminaba de pagarla, que se la devolviera…o algo parecido.
La culpa la tiene el vecino.
Parece que papá le pidió dinero prestado para pagar algunos pendientes, y el muy maldito le puso condiciones. Quiere que vivamos peor de lo que viven ellos, que no comen huevos por no tirar la cáscara!
Eso es chantaje. Es una canallada! Que preste el dinero sin tanta vuelta, joder!
¿Saben que hasta controla lo que vamos a comer? Por culpa de él, en mi cumpleaños mis papis me regalaron UN GLOBO! Si…aunque no lo crean.
Entre nosotros, les cuento que la culpa de todo la tiene mamá, porque gastaba mucho. Mamá dice que la tenemos nosotros por darnos todo lo que queríamos. El vecino dice que la culpa es de papá por no saber decir NO, y querer ganar todos los años el premio al mejor papito del mundo. La vecina dice que es mamá por no trabajar. Mis hermanos le ponen la culpa a los yanquis. Papá dice que el que causó do esto, fue su antiguo socio que le entregó la empresa fundida. El antiguo socio le pone las culpas a...
El padre que tenemos ahora no es el que nos gusta.
Queremos que vuelva el que nos hacía felices.
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