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Las prostitutas han sido siempre perseguidas por leyes puritanas, religiosas, y hasta cámaras de comercio. Pese a todo, continúan comerciando con el público. Que el servicio de ellas está más que aprobado, lo demuestra el hecho de que siempre hay clientes en su búsqueda.
Si se quiere definir la profesión más antigua del mundo, se podría decir que ellas participan de un comercio voluntario de prestación de servicios sexuales, a cambio –como en cualquier otro negocio- de lucro monetario.
El dibujo con que inicié este post, es del famoso Norman Rockwell (les recomiendo buscar en Google todos sus trabajos), me parece que demuestra la esencia de la prostitución. Lechero y confitero disfrutando de la ingesta de galletas dulces y leche. Si ven sus rostros, denotan satisfacción en ambos, mientras realizan un comercio voluntario. Son dos personas reunidas, con el deseo de satisfacción mutua.
Es posible que el cliente de la prostituta reclame que el servicio que recibió, no valió el dinero que pagó. Es posible también que la prostituta diga que el dinero que recibió, no compensó los servicios prestados. Algo similar puede también pasar con la transacción de las galletas dulces y la leche. La leche podría estar ácida, y las galletas crudas, pero…tanto en un negocio como en el otro, se arrepintieron después del hecho, por lo que no modifica que la transacción fue voluntaria.
Están los movimientos feministas, los liberacionistas de minorías discriminadas, que lamentan las condiciones de las prostitutas, explotadas y oprimidas.
¿La prostituta sentirá eso?
Si pone en un plato de la balanza que con la venta de sexo trabaja pocas horas, y la remuneración es muchísimo mejor que hacer limpieza o de obrera de una fábrica. Si pone en el otro que muchas veces le tocan clientes “pesados”, que la policía las corre, que tiene que darle la comisión a su proxeneta, les aseguro que de propia voluntad, continúa ejerciendo su profesión.
Ella lleva esa vida voluntariamente, por lo que es libre para abandonarla en cualquier momento. Entonces…porqué en muchísimos países está prohibida? Esa persecución no arranca del cliente, ni tampoco de ella. Nace de terceros, que son totalmente extraños al negocio. No tienen intereses ni participación, por lo que deberían ser ignorados. Permitir que gente que no toca pito en la cosa es tan absurdo, como que alguien se meta en el acuerdo mutuo entre el panadero y el lechero.
Pienso que esa persecución, tiene orígenes en la educación del hombre. No es bien visto que el hombre tenga que pagar por tener sexo. Y es aquí que entramos en un tema sumamente ríspido: ¿Es que el hombre solo le paga a una prostituta para conseguir sexo?
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