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La batalla sobre el amianto llegó a Brasil, y hasta fue destaque en el vespertino Le Monde de Francia.
La demora del Supremo Tribunal Federal (Justicia) para anunciar su decisión de prohibir o no, la producción y uso del amianto, fue el punto de partida para que el vespertino, analizara un tema polémico y delicado en mi país.
Después de haber organizado varias audiencias públicas sobre el amianto en los finales de agosto, los 10 jueces del Supremo no consiguieron pronunciarse sobre la prohibición y uso, en el período previsto.
Citando comentarios de especialistas, el diario francés comenta que la decisión de los jueces, será a favor de la prohibición de la llamada “fibra mágica” en los años 70.
Ya hace 35 años que la Organización Mundial de la Salud reconoció el carácter cancerígeno del asbesto. Aunque hace solo 7 años que se prohibió en Europa. Ahora le toca a Brasil analizar el problema.
Independientemente de lo que resuelvan los jueces, ya varios estados habían tomado la iniciativa, y sus gobernadores prohibieron su uso.
La cosa parece fácil, pero toca intereses muy grandes. Brasil es el tercer productor de amianto del mundo, y el segundo mayor exportador después de Rusia.
La Eternit nació en Brasil en 1940 y da empleo a miles de familias.
Con relación a los pleitos ganados por empleados que quedaron enfermos en Italia, la Eternit Brasil aclara que aquí se usa el amianto “crisotila”, que no es cancerígeno. En cambio en Italia se una el “anfibolio” que sí lo es.
No se quién tendrá razón, pero por las dudas en los estados brasileros que está prohibido, no hay contrato de compra-venta o alquiles de un inmueble, en que la cláusula de no haber usado amianto en la construcción es infaltable.
En lo personal me parece muy bien que se cuide la salud de la población, pero es que la ciencia tiene cosas tan raras!!!
No me llamaría nada la atención que en pocos años, los científicos descubran que el amianto es buenísimo para la depresión y los juanetes.
Recuerdo cuando la ingesta de huevos era el demonio para la salud. Aumentaba el colesterol, prohibidísimo para enfermos cardíacos y otro montón de cosas. Hoy en día, la tortilla se dio vuelta, y resulta que es la panacea para evitar infartos, cataratas, diabetes, bajar el colesterol malo, y varias etcéteras.
¿Quién me va a indemnizar por haberme privado durante años degustarlos?
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Iniciado por EsquizOfelia
¡¡¡Yo sólo cuento tres!!!
