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¿Quién no ha visto estos perritos de olfato tan afinado, buscando drogas en los aeropuertos o terminales de ómnibus?
Pues se equivocan si piensan que los de la foto, andan atrás de estupefacientes. Estos son más “materialistas”, y andan atrás de dólares. Si…aunque no lo crean. Esto sucede en Buenos Aires, para evitar la fuga de dólares.
Argentina es un país en que desde los pequeños hasta los grandes ahorradores, siempre apostaron al dólar por no confiar en la estabilidad de su moneda. Hoy es casi imposible comprar uno. Bueno…por lo menos por las vías legales. Hay que recurrir al mercado negro. Solo que en vez de pagar el precio oficial de Pesos 4 ,40 vamos a pagar 6.
Precisando de muchos dólares para ir pagando su deuda externa, el gobierno de la Presidenta Cristina Kirchner decidió cerrar la canilla de la moneda norteamericana en Argentina. Y más…decidió bloquear buena parte de las importaciones. El resultado es una serie de trastornos, que en aportes posteriores les comentaré por extenso.
Los argentinos siempre ahorraban en dólares. Quién podía comprar 500 o 600 dólares para guardar, los compraba en un cambio, lo mismo que el que compraba 30 o 10. Como los argentinos no confían en los bancos (“corralito” y otros ejemplos bastan) la mayoría de esos dólares, terminaban escondidos en cajas de galletitas, doble fondo en muebles, cofres bien disimulados, etc. Algunos más corajosos (o amnésicos) los tenían en cuentas bancarias en dólares, que hasta hoy es permitido por el gobierno.
Pero…en estos últimos días, las cuentas fueron cerradas por los ahorristas. Nada menos que 600 millones de dólares fueron llevados al colchón de casa.
Se calcula que existen más de 20 billones de dólares guardados en los lugares más insólitos. O sea: casi la mitad de las reservas en divisas que tiene el país.
Argentina es un país tan dolarizado, que cuando uno lee los avisos clasificados de un diario, desde apartamentos y autos, hasta tostadoras y bicicletas, los precios están en dólares. “Vendo apartamento 2 dorm. Barrio Tal, 80mil dólares” y es para valer. El comprador se aparece con las 80 “Lucas verdes” disimulados en una bolsa de supermercado o una mochila, y la venta se realiza sin participación alguna de bancos o financieras.
¿Porqué el gobierno bloqueó la compra libre de dólares, en un país tan dolarizado? Porque el gobierno los necesita urgentemente.
Argentina no tiene fuentes de financiamiento en el exterior. Se ha portado mal en el pasado, y poco hace hoy para recuperar la confiabilidad. El gobierno solo ve dólares cuando tiene superávit la balanza comercial, y con las exportaciones disminuyendo, la única manera de conseguir superávit, fue poniendo barreras a la importación, y tratando de cerrar la libre compra de la moneda norteamericana.
Los argentinos igual se la arreglan para seguir comprando dólares y (para evitar esto es que están los perros) llevándoselos a su vecino Uruguay, donde la compra y venta de cualquier divisa es libre, lo mismo que los bancos aceptan cajas de ahorro en cualquier moneda.
Con estas medidas, los argentinos están diciendo chau a los aceites españoles, las pastas italianas, las jaleas francesas, a muchísimos productos que nosotros les vendíamos, y también a los dólares. Pero también cuidado con las limitaciones. Ya hay industrias que se les está impidiendo la entrada de materias primas, vitales para su funcionamiento.
Ojalá no confundan limitar suntuarios, con estratégicos.
La crisis global está golpeando con fuerza, la puerta de nuestro vecino.
Mi presidenta no tiene barba, pero que ponga alguna otra cosa en remojo.
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