Equivocación
Doña Petra, preocupada por la enfermedad de su marido, acudió a un yerbero para que lo sanara.
El curandero le indicó.
- Durante una semana dele una limpia con hojas de ciruela, de cedro y de ramón, le pone una friega de mezcal diariamente; y al último día le pasa un huevo por la frente, con eso yo le aseguro que a la semana su marido estará como nuevo.
La mujer se fue.
A los 15 días el brujo se topa con doña Petra en el tianguis del pueblo y le pregunta por su hombre, a lo que la doña le dice.
- Hice todo lo que Ud. indicó, y cada día mi esposo se recuperaba cada vez más, pero de repente al último día, falleció.
El brujo le dijo que no podía haber fallado, y le pidió detalles.
La señora le comentó.
Durante seis días le di la limpia y la friega con lo que Ud. me recetó.
- Pero el último día, cuando él ya estaba completamente recuperado, le pasé un huevo por la frente, y allí acabó todo.
¿ Se imagina Ud. el dolor tan desgarrador que sintió cuando de entre sus piernas le estiré uno de sus huevos hasta su frente ?
El dolor lo mató.
Si un pellizco duele horrores, una estirada es la muerte.
Responder Citando
k wenooooooooo juajua no puedo parar de reiiiiiir 
