Hola,
nuestra vida consciente nos distingue en el reino animal. Cada uno de nuestros pensamientos se diferencia de aquellos de nuestros cohabitantes del planeta porque nosotros damos una “intenciòn” a cada una de las interpretaciones de la realidad. La diferencia principal està en que los animales tienen actividad cerebral sin la intencionalidad.

Esto hace pensar que tenemos una personalidad que vive sin necesidad de nuestro cuerpo. Que tiene el libre albedrìo como para dar a nuestras ideas una intensiòn diferente a la de los demàs.

Esta personalidad viva que habita en nuestro cuerpo se le atribuye el nombre de espìritu: es nuestra alma.

El “alma” es interpretada desde diferentes puntos de vista. Algunas religiones le atribuyen inmortalidad y las reserva solo a los seres humanos. Otros les otorgan solo la funciòn de darnos vida intelectual y desaparece al momento de dejar de funcionar nuestro cuerpo.

Desde que el hombre ve la diferencia con respecto a los otros animales entiende que dentro suyo hay algo que los demàs seres vivos no poseen y comienza a confabular y elabora todo tipo de conjeturas.

Hasta el dìa de hoy existe el misterio sobre la esencia de nuestro espìritu y algunos continùan a atribuirlo a simples reacciones quìmicas mientras otros le reservan lugares especiales en el universo –cielo, paraiso, purgatorios, limbos, etc-.

Cada uno tiene una idea propia sobre la existencia de ese espìritu y lo presiente o lo percibe en modo del todo individual.

Personalmente no tengo bien claro la escencia de mi espìritu pero sé que puedo modificarlo, moldearlo, fortalecerlo; logro cultivarlo a gusto y placer. La duda me viene cuando me pregunto: ¿quién cultiva mi espiritu? Si mi persona es mi espìritu ¿còmo hago a cultivarlo? Serìa mi espiritu que me dice de cultivarlo; se autocultiva?

Algunos tienen espìritus agresivos, destructivos, otros son bondadosos, constructivos. El mio es constructivo; necesita de la mùsica por la disciplina y del estudio por la fuerza que le otorga. No piensa en sì mismo sino en los demàs: es altruista màs que egoista y no es una elecciòn personal sino que siempre fué asì.

Saludos.