Canción a Eva

Lo más hermoso del mundo,
lo más intenso y profundo.
Eres un Edén tan fecundo,
que tan sólo un segundo
vale una era para mi.
Desde que comencé a amarte,
a sentirte, a tenerte, a adorarte,
mis labios ya no saben como hablarte,
decirte que mi vida toda es arte
desde que te conocí.
Cuando en la oscuridad,
en mi sueño de soledad,
siento esa extrema frialdad,
un hálito de claridad
me devuelve junto a ti.
Entonces despierto y comprendo,
que sin querer te estoy perdiendo
y que por ti me estoy muriendo
porque me dices sonriendo
que ya te queda poco de estar aquí.
El día en que tú partirás,
como el canto del cisne dejarás
en el corazón de aquél en el que morarás,
una impronta que no borrarás
hasta que vuelva a ti.