Oh Am@nda, este poema es muy fuerte y desolador.
Y sentiré en el fondo de mis manos vacías,
más allá de la bruma de mis ojos huraños,
la ansiedad de las horas convirtiéndose en días
y el horror de los días convirtiéndose en años…
Prefiero mil veces el desánimo del rechazo que la duda que mata lentamente.