Hola, Bah. Un saludo.
Hoy aporto uno de los poemas más bonitos que conozco.
Desde pequeño me ha encantado esta oración a Nuestra Madre, la Santísima Virgen María:
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión;
no me dejes, Madre mía.