Historias de Muertos y Muerte

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Dicen que para morir nacimos, que la muerte es lo unico seguro. Es tan tremenda la impresion que los humanos creamos las religiones con la esperanza que sea posible trascender a la muerte. A mis casi 40 años (oh que horror...) ya tengo una lista de familiares, amigos y conocidos muertos. Hay algunas intrascendentes para mi vida, otras no, pero de alguna manera es posible que en todas haya alguna enseñanza, o al menos muevan a la reflexion. En otro post mencione la muerte de mi abuelo, aunque la intension fue otra, pero me llevo a pensar en muchas muertes de las he sabido, de las que me han afectado, que me han llamado la atencion y en algunas pocas que he presenciado. Y al pensar en ellas creo que lo mas relevante no es la muerte de esas personas, sino los sentimientos que generan en uno mismo.

Espero que en este post relaten cosas que les hayan sucedido relacionadas con la muerte, o relatos de muertos y muerte que les parezcan interesantes de alguna manera

[charpe]

Le llamaban Nava, por su apellido, era ingeniero jubilado. Algunas veces pasaba al negocio y platicabamos de baseball y de relojes. No se reia mucho, pero era muy mal hablado y poco paciente. Pero era agradable. Murio en un accidente en auto. Un trailer (camion de carga) lo saco de la carretera. Iba con un amigo suyo, este sobrevivio pero perdio una pierna en el accidente.

Al año de su muerte acudi a la ceremonia. Tras el rezo, vi al amigo sin pierna, con sus muletas, estaba medio borracho. Me acerque. Estaba hablando del accidente una vez mas. "El trailer iba muy despacio, el pinche Nava empezo a tocarle el claxon, no podiamos rebazarlo. Cuando llegamos a la recta lo rebazo y Nava empezo a mentarle la madre. Al rato nos alcanzo el trailer y nos saco de la carretera".

Por supuesto recorde la pelicula de Spielberg. Cuando manejo, prefiero no ser yo y trato de no hacer enojar a nadie.

[charpe]

"Ella se llamaba Martha..." Era alta, gordita, con tremendos senos. El era bajito y parecia tener 20 años, aunque tenia mas de 35. Trabajaban en el mismo lugar. Se casaron. Algunos meses despues tuvieron un bebe, un niño precioso, ruidoso, alegre. Un dia en su casa el niño, de apenas poco mas de un año, abrio una botella y bebio su contenido. Era alguna clase de limpiador. Tuvo quemaduras en garganta, no se que en su estomaguito. Lo peor es que algo le hizo a su cerebro. No recuerdo que era, una especie de meningitis, sufira terriblemente, lloraba y lloraba, se sujetaba su cabecita con sus manitas y se la tallaba. Con sus limitados recursos deambularon por todos los lugares donde hubiera posibilidad de aliviar al bebe. Mis hijas tendrian unos 4 o 5 años entonces y jugaban con el, casi siempre parecia tener lagrimas en los ojos. Murio despues de cumplir 3 años. Ellos lo intentaron, pero se desmoronaron y se separaron.

Un dia vi a mi hija mas pequeña de meses masticar un zapato de mi esposa. Eso fue lo mas terrible que nos paso al respecto. Y que comieran tierra.

Edicion: Y si chinga, ya me puse a llorar.

[Jamila]

Punto sin retorno

Ya era el mes de Junio y el calor asomaba tímidamente en el cielo de Barcelona cuando Raúl Soler, completamente restablecido de su angina de pecho, se incorporó en sus labores en el Laboratorio Químico. Su jefe le aconsejó que se cogiera ya las vacaciones de verano, pero él prefirió volver a su trabajo, algo que creía que le iría bien y le ayudaría a su pronto restablecimiento.

Durante los dos meses anteriores su vida había sufrido cambios, su mujer se marchó de forma precipitada por culpa de un cáncer. Cambios insoportables, que le dejaron secuelas de las que necesitaba tiempo para recuperarse. Cuidaba su dieta más aún si cabe, aunque nunca fue hombre de excesos. Pero desde que se fue Ángela notaba una fuerte presión en el pecho, era la tristeza que hacía mella en él.

Evitó las partidas en el bar los domingos, por aquello de no inhalar el humo de los demás clientes. Incrementó sus paseos los fines de semana. Y con cincuenta años pasados se encontraba de nuevo sólo, sin nadie.

Cuando era joven pensaba que ninguna mujer sería capaz de aguantar sus manías. No soportaba los ruidos repetitivos, los chasquidos, la luz excesiva. Gustaba de disfrutar del silencio y cuando llevaba un rato hablando con alguien, ya no sabía de que hablar, así que se dedicaba a escuchar. Los silencios incómodos le aterraban, tanto, que nunca intercambiaba más de cuatro frases con desconocidos, hasta que conoció a Ángela y su mundo cambió por completo. Entonces ella fue la parte esencial que a él le faltaba, ella era su oxígeno. Con ella ya nunca le falto nada.
Pero la muerte no sólo se la llevo a ella, lo estaba matando a él.

Esa tarde del mes de Junio y siendo viernes, Raúl Soler se desplomó en uno de sus paseos nocturnos por la Barceloneta. Todo se volvió negro a su alrededor, ni siquiera se dio cuenta.
La muerte lo arrastró a un punto sin retorno y su luz se apagó para siempre

[Jamila]

"Ella se llamaba Martha..." Era alta, gordita, con tremendos senos. El era bajito y parecia tener 20 años, aunque tenia mas de 35. Trabajaban en el mismo lugar. Se casaron. Algunos meses despues tuvieron un bebe, un niño precioso, ruidoso, alegre. Un dia en su casa el niño, de apenas poco mas de un año, abrio una botella y bebio su contenido. Era alguna clase de limpiador. Tuvo quemaduras en garganta, no se que en su estomaguito. Lo peor es que algo le hizo a su cerebro. No recuerdo que era, una especie de meningitis, sufira terriblemente, lloraba y lloraba, se sujetaba su cabecita con sus manitas y se la tallaba. Con sus limitados recursos deambularon por todos los lugares donde hubiera posibilidad de aliviar al bebe. Mis hijas tendrian unos 4 o 5 años entonces y jugaban con el, casi siempre parecia tener lagrimas en los ojos. Murio despues de cumplir 3 años. Ellos lo intentaron, pero se desmoronaron y se separaron.

Un dia vi a mi hija mas pequeña de meses masticar un zapato de mi esposa. Eso fue lo mas terrible que nos paso al respecto. Y que comieran tierra.

Edicion: Y si chinga, ya me puse a llorar.

Esto que narras le pasó a una pareja amigos mios. Fue algo muy parecido. El limpiaba el coche y el crío con 3 años se bebió un liquido del coche. (para limpiar baterías o algo así). Convulsionaba cuando se dieron cuenta y no pudieron salvarle la vida. También se separaron al poco tiempo. Ella le culpaba continuamente y no pudieron superarlo. No hay nada peor que la perdida de un hijo. Que nadie tengamos que vivir una experiencia así.

[Jamila]

Dicen que para morir nacimos, que la muerte es lo unico seguro. Es tan tremenda la impresion que los humanos creamos las religiones con la esperanza que sea posible trascender a la muerte. A mis casi 40 años (oh que horror...) ya tengo una lista de familiares, amigos y conocidos muertos. Hay algunas intrascendentes para mi vida, otras no, pero de alguna manera es posible que en todas haya alguna enseñanza, o al menos muevan a la reflexion. En otro post mencione la muerte de mi abuelo, aunque la intension fue otra, pero me llevo a pensar en muchas muertes de las he sabido, de las que me han afectado, que me han llamado la atencion y en algunas pocas que he presenciado. Y al pensar en ellas creo que lo mas relevante no es la muerte de esas personas, sino los sentimientos que generan en uno mismo.

Espero que en este post relaten cosas que les hayan sucedido relacionadas con la muerte, o relatos de muertos y muerte que les parezcan interesantes de alguna manera

Charpe.- Me he leído tus relatos cortos y me gustan. Cuan cierto es que nacemos para morir. Como tu yo a mis 45 años, (me parecen buenos todavía, y no quiero nombrar la palabra Horror....)., tengo a muchos familiares muertos. Me afecto mucho la marcha de mi padre, por joven todavía y porque mi hijo llorando me suplico que le llevara con él. (Eso fue muy doloroso), un niño de 7 años mirando el cielo y diciéndome: "mama quiero estar con el abuelo, me prometió que de más mayor iría al monte con él. Es duro explicarle a un niño que ya no volverá a verlo más. Y sí entonces te escudas en la religión y que algún día.... En fin.
Otra muerte que me afecto mucho fue la de un buen amigo a los 22 años. Cogí depresión y no podía apartarlo de mi mente. Fue el golpe más terrible que tuve que vivir en mi juventud.
Pero quiero quedarme con algo bueno, la vida es hermosa en su esencia y vale la pena vivirla. Hay que aprovechar todos los momentos felices que tenemos en nuestras manos. Y vivir que para morir tenemos una eternidad por delante que nos espera.

[Jamila]

Aún recuerdo cuando perdí a mi hijo. Mi vientre hinchado revelaba que estaba ahí. Nunca conocí su rostro. Pero en tardes perdidas me lo podía imaginar con lo mejor de mi esposo y lo mejor de mi. Mis ojos, su boca, su pelo rubio ceniza y rizado como el mio. Sus ojos verdes. Mi piel oscura. Tenía ya cuatro meses de vida cuando su corazón dejo de latir. Pase de ser la mujer más feliz de la tierra a la mujer más triste del universo.
Me practicaron un legrado para arrancarlo de mis entrañas. Quise saber su sexo. Niño. -me dijo el doctor-. Entre susurros nombre su nombre: Nicolás.
Caí en depresión y me costó remontar de nuevo. A los tres años volví a quedarme embarazada. Sólo deseaba que fuera niño. Y lo fue. Un niño rubio, nariz perfecta, pelo color paja y rizado, boca perfectamente dibujado y piel blanca. No pude ponerle Nicolás. Nicolás se fue y para siempre. Le puse de nombre Raúl.
Ahora tiene ya doce años. Y el sabe que tendría un hermano con 15 años.
Un día Raúl me dijo algo que me dejo helada:
-mama no podría ser yo Nicolás que regresé tres años más tarde...
Le miré a los ojos y le dije: quién sabe... quizás.

[Nietzscheano]

Le conocí solo un par de años antes de su muerte. Era un hombre alto y fertil como la tierra que había labrado por más de cuarenta años. Un hijo suyo, amigo y compañero de trabajo, me llevó hasta esas tierras altas en el sur del país donde él habitaba. En poco tiempo nos hicimos amigos, confidentes, fue talvez como un segundo padre para mí. Incluso fue mi suegro y se regocijaba diciendo que yo era su yerno.
Para visitarlo debía hacer viajes de 8 o 9 horas en varios buses y por caminos que no precisamente son autopistas, pero yo amaba estar ahí. Gracias a ese gran hombre tuve la oportunidad de conocer gente diferente, costumbres diferentes, paisajes diferentes, incluso por él conocí el amor, me confió a la menor de sus hijas.
Luego vino el cáncer, en menos de 6 meses lo abatió infaliblemente y nos lo arrebató de este mundo. El día que murió, su hija me quitó el placer de llamarle suegro.
Murió agotado, demacrado, envejecido... Sin cabello, sin dientes, con arrugas que en seis meses cambiaron su tez como no la habían cambiado los años ni el sol en sus interminables horas de labranza cafetalera.
Yo, como uno más de sus hijos, estuve ahí cargando en hombros el ataúd hasta el cementerio, orgulloso. Lo que no pude, fue enterrarlo, con él moría una etapa en mi vida, una etapa en tierras lejanas, una etapa que me enseñó que el mundo es más que el entorno que nos rodea. Con él murió esa etapa y nació el recuerdo de una gran época al lado de un gran hombre.

[aural-35]

que historias algunas demasiado tragicas y tristes y otras con una añoranza muy hermosa, bueno para mi la muerte que aun me sogue doliendo es la de mi padre hace 3 años que no esta con nosotros y aun todavia seguimos escuchando sus pasos cuando es la hora en la que el llegaba de la calle un hombre que siempre trabajo desde niño pero alfinal de sus dias con un pulmon colapsado solo le quedaba salir en su auto que adoraba un marquis 87,el dia antes de su muerte llego en una de esas tardes que le gustaban, manejando su auto aunque el ya no debia de hacerlo tenia 83 años fallecio un 19 de marzo y lo sepultamos el 21 de marzo el dia de su cumpleaños papi,donde quiera que estes sabes lo mucho que te amo.gracias por este hilo.

[charpe]

Charpe.- Me he leído tus relatos cortos y me gustan. Cuan cierto es que nacemos para morir. Como tu yo a mis 45 años, (me parecen buenos todavía, y no quiero nombrar la palabra Horror....)., tengo a muchos familiares muertos. Me afecto mucho la marcha de mi padre, por joven todavía y porque mi hijo llorando me suplico que le llevara con él. (Eso fue muy doloroso), un niño de 7 años mirando el cielo y diciéndome: "mama quiero estar con el abuelo, me prometió que de más mayor iría al monte con él. Es duro explicarle a un niño que ya no volverá a verlo más. Y sí entonces te escudas en la religión y que algún día.... En fin.
Otra muerte que me afecto mucho fue la de un buen amigo a los 22 años. Cogí depresión y no podía apartarlo de mi mente. Fue el golpe más terrible que tuve que vivir en mi juventud.
Pero quiero quedarme con algo bueno, la vida es hermosa en su esencia y vale la pena vivirla. Hay que aprovechar todos los momentos felices que tenemos en nuestras manos. Y vivir que para morir tenemos una eternidad por delante que nos espera.

Hola Jamila, gracias por tu comentario. Tus relatos han sido muy interesante y llenos de sentimiento.

Creo que estas experiencias, propias o no, son muy propicias para hacer muy valiosas reflexiones. Woody Allen alguna vez dijo que queria inmortalizarce no con sus obras, sino no muy muriendo. A mi tambien me gusta esa opcion, pero en realidad solo queda la opcion de las obras, y no realmente para todos. La mayoria podemos apenas hacer una vida tal que los que nos rodean nos lleguen a recordar con cariño, y si lo hacemos muy bien quiza por un par de generaciones. Y definitivamente pienso que lo mas valioso que podemos sacar de la experiencia de la muerte son enseñanzas para hacer esa vida buena.