PATENTE 335178

CÓMO LLENAR DE HORMIGAS LA CAMA DE LA SUEGRA

1. Actúe discretamente durante toda la mañana sin demostrar su odio o su rencor a la suegra. Sonríale moderadamente un par de veces como si nada ocurriese. No exagere en este aspecto, pues las suegras son muy perceptivas hacia quien pretende molestarlas. Está en su ADN. Recuerde que son exageradamente sensibles y, sobre todo, muy rencorosas.

2. Regale a su esposa (quien no debe tener la menor idea de lo que se pretende) dos boletos para una buena función de cine esa tarde, y dígale que los había comprado para ir con ella, pero que, lamentablemente, se siente con jaqueca, pero, para que no se desperdicien, le sugiere que vaya con su madre. Asegúrese de que esto ocurra. Préstele el auto si fuese necesario y déle dinero para las golosinas y las sodas.

3. Compre en una tienda lejana varios cubitos de azúcar. Es importante que sea lejos, pues usted será el principal sospechoso de la presencia de las hormigas en la cama de la suegra, y ella, sin cejar en sus investigaciones, indagará en todas las tiendas vecinas en busca del responsable, mostrando incluso su fotografía y sus huellas dactilares.

4. Compre también un bote de aerosol anti-insectos, con las mismas precauciones del párrafo anterior.

5. Localice un hormiguero populoso en algún parque cercano. Si son hormigas rojas, será mejor, pues sus picaduras arden. En todo caso, lleve guantes para protegerse de los piquetes. Evite ser visto por los paseantes.

6. Deje un par de cubos de azúcar a un par de metros del hormiguero, y espere a que las exploradoras den con él.

7. Saque un frasco de vidrio (con su tapa), y ponga en su interior los cubos de azúcar recién descubiertos por las hormigas, evitando en todo momento las dolorosas picaduras.

8. Espere a que lleguen unas cien o doscientas hormigas. Cuando haya suficientes insectos dentro del frasco, ciérrelo, y diríjase directamente a la cama de la suegra.

9. Deposite con precaución las hormigas debajo de la almohada de la cama de la suegra.

10. Es importante que disponga de una buena coartada plena de ocupaciones en el hogar para esa tarde. Pase lo que pase, usted será investigado como responsable.

11. Vaya a acostarse como todos los días, pero no se duerma, pues cosas muy interesantes estarán por suceder.

12. Pronto usted escuchará gritos y toda clase de improperios emitidos por su suegra. Su mujer saltará de la cama horrorizada para rescatar a su madre de su inesperado problema. Trate de evitar soltar una carcajada. La menor sonrisa puede traicionarlo.

13. Tarde unos cuantos minutos en sacar de la alacena el insecticida, y simule tener mucha prisa. Mientras tanto, disfrute de los gritos e improperios de su suegra.

14. Rocíe a las hormigas con el insecticida. Para calmar su conciencia por la muerte de estas inocentes criaturas, piense que el sacrificio de los apreciados insectos correspondió a un importante proyecto de dignificación humana, y tal vez haga que su suegra jamás vuelva a dormir en casa.

15. Quede como héroe aniquilador de hormigas ante su esposa. La suegra jamás se tragará el asunto, pero carecerá de elementos para culparlo.

16. Disfrute el resto de la noche. Evite sonreír o carcajearse durante cuatro o cinco horas.

17. Si esta patente no le funciona, y su suegra insiste en no marcharse de casa, pruebe al día siguiente con la número 335179 (Cómo llenar de alacranes la cama de la suegra).