muy bueno Jose antonio
Una señora le cuenta a otra:
-"Pues yo perdí a mi marido en un crucero".
-"Vaya, lo siento. ¿Se lo llevó la corriente?".
-"No, se lo llevó una rubia despampanante".
La música se toca con el corazón y se siente con el alma.
Quien ama la música, ama la vida.
Sin música, la vida sería un error.
La vida es como el teclado de un piano; tiene teclas blancas, pero también algunas negras.
Un conductor de autobús y un sacerdote, llegan al cielo. Y san Pedro da preferencia al conductor. El sacerdote se indigna:
-" ¿Por qué dejas pasar a este descreído?".
-" Muy sencillo. Cuando él conducía el autobús, todos los pasajeros rezaban; y cuando tú predicabas en la iglesia, dormían".
La música se toca con el corazón y se siente con el alma.
Quien ama la música, ama la vida.
Sin música, la vida sería un error.
La vida es como el teclado de un piano; tiene teclas blancas, pero también algunas negras.
¿Cuáles son las 5 palabras que un hombre teme oir en una mujer?.
"¡Cariño, ya estoy en casa!".
La música se toca con el corazón y se siente con el alma.
Quien ama la música, ama la vida.
Sin música, la vida sería un error.
La vida es como el teclado de un piano; tiene teclas blancas, pero también algunas negras.
Un hombre que estaba realizando encuestas por la calle, pregunta a una señora:
-"¿Cree que hay demasiado sexo en el cine?".
-"No lo sé, porque yo siempre me siento en las primeras filas y no sé lo que pasa detrás".
La música se toca con el corazón y se siente con el alma.
Quien ama la música, ama la vida.
Sin música, la vida sería un error.
La vida es como el teclado de un piano; tiene teclas blancas, pero también algunas negras.
- Hijo qué quieres para tu cumpleaños?
- Una barbie papi!
- Tú eres un macho, no me jodas, pide algo de hierro que eche candela y humo!
- Bueno papi entonces cómprame una planchita para el pelo!!!
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
Tres borrachos que llegan a la estación.
¡DIN DON DIN! El tren con destino a Sevilla, sale ahora mismo por la vía 4.
Se ponen a correr, el Jefe de estación ayuda a uno a subir, luego ayuda a otro, y cuando llega al tercero el tren ha cogido ya velocidad, y no puede subirlo.
- ¡Lo siento, pero ya es tarde!
- Pues más lo van a sentir ellos, que habían venido a despedirme.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.