Casi todos hemos dicho en alguna ocasión que estamos "enganchados" o "somos adictos" a algo, bien sea una sustancia como las bebida de cola, el café, los cigarrillos o bien alguna actividad como leer, ver la TV, navegar por Internet, ver a nuestras parejas...Con ello queremos decir que se trata de algo que nos gusta mucho, nos resulta placentero y que en cuanto tenemos ocasión lo utilizamos o practicamos. Pero esto no significa que tengamos una adicción. De la misma forma, no es el tipo de sustancia o conducta lo que marca la adicción, sino el uso que hacemos de ella, es decir, no podemos etiquetar a alguien de alcohólico porque beba cerveza en las comidas, ni podemos decir que es adicto a las compras porque se compre ropa con frecuencia.
Cuando una persona ha desarrollado una adiccón percibe que ha perdido el control sobre su conducta y la realiza de forma compulsiva. Esta práctica masiva le produce un deterioro progresivo en su calidad de vida, pues le impide llevar adelante sus obligaciones y actividades diarias, lo que le ocasiona problemas familiares y laborales. A pesar de todo ello la niega y se autoengaña, lo que impide el tratamiento de la misma y favorece su cronificación.
Elementos esenciales en una adicción:
-Un fuerte deseo o un sentimiento de compulsión para llevar a cabo la conducta particular(especialmente cuando la conducta no está disponible).
-Capacidad deteriorada para controlar la conducta.
-Malestar y angustia emocional cuando la conducta es impedida o dejada de hacer.
-Persistir en la conducta a pesar de la clara evidencia de que es quién produce el problema.