Estimado Fausto:
Antes que nada bienvenido de vuelta, y gracias por realizar el esfuerzo de argumentar tus ideas. A continuación mis comentarios.
“La Tradición es un cuerpo de conocimientos móvil. Pero no tiene una movilidad tan grande como la de nuestras modas pasajeras...”
..El cuerpo de doctrina católico varía muy lentamente (en comparación con la vorágine de estos años locos). Lento pero seguro...”
Esto me sonó al famoso “E pur si muove” o “Eppur si muove”“Sin embargo se mueve” que según la leyenda pronuncio Galileo Galilei cuando fue obligado por la Santa Inquisición, a retractarse de su apoyo a la doctrina Heliocéntrica durante el juicio al cual fue sometido por herejía en 1633. Las tradiciones se abandonan o cambian solamente si en un periodo de tiempo muy corto, son muy perjudiciales, o si se demuestra sin lugar a dudas, lo absurdo de la mismas.
Retomando el ejemplo de Galileo, la Iglesia lo considero hereje ya que según las escrituras:
Salmos 104:5
“El fundó la tierra sobre sus cimientos; No será jamás removida.”
Salmos 93:1
“Jehová reina; se vistió de magnificencia; Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá.”
http://www.biblegateway.com/versions...ionInfo&vid=60
Lo cual no va de la mano, con los fenómenos de rotación y traslación de la tierra. ¿Sabes cuando la Iglesia reconoció que estaba equivocada? Solamente cuando ya ni los niños de edad escolar dudaban de ello, y era motivo de ejemplo de lo retardatario del pensamiento dogmático
31 de Octubre de 1992
!!!!!!329 años después, .... “E pur si muove”
“Pues muy mal. Para saber si un alimento es bueno para su cuerpo, el mejor laboratorio es usted mismo. Su olfato, su sentido del gusto, su apetito por cierto manjar en lugar de otro.
Cuando un alimento me huele a podrido, me provoca arcadas o simplemente disgusto... NO ME LO COMO. Y me importa muy poco que no esté caducado, que el color sea el correcto o que venga con 50 certificados de que tiene sus propiedades organolépticas intactas.”
No, nuestros sentidos no son mejores que los laboratorios lamentablemente, solo sirven para las cosas que son evidentes como un alimento en descomposición tal cual como citas, para el resto de los casos es difícil detectar si un alimento esta contaminado de un agente patógeno o no, tal cual como el Cólera, la Disentería, o la Legionela, o un químico venenoso como el Mercurio, sin contar con análisis científicos, pero como he explicado anteriormente las evidencias sin juicio, son tan malas como el juicio sin evidencias, debemos dejar de ser autómatas y empezar a pensar por nosotros mismos.
“¿Puede medirme cuánto le gusta el conejo frito? ¿O la belleza de un rostro?
Sólo unas cuantas cosas son medibles, y siempre por comparación. Podemos comparar una masa con otra, una frecuencia de 50 hercios con otra de 100. No podemos comparar los colores con los pesos ni medir la inmensa mayoría de las magnitudes realmente importantes, como la Voluntad.”
Para medir es requisito indispensable contar con un patrón que sea reproducible, la elección de dicho patrón es totalmente aleatoria, si se escoge un patrón se puede juzgar cosas tan subjetivas como la belleza, el detalle es determinar dicho patrón para que sea aceptable por todos. A lo mejor te parece que los colores son algo subjetivo también, pero se puede determinar la longitud de onda de los mismos y reproducir inequívocamente un color sin importar lo que perciban dos observadores distintos. El hecho anteriormente explicado de la medición del color por su longitud de onda, es lo que no nos permite hacer comparaciones con la masa de un cuerpo que se expresa en gramos o sus múltiplos, ya que sus unidades son distintas, no porque el color no se pueda medir.
“Nuestra cultura se alejó de la Iglesia a finales del siglo XVIII. Desde entonces, el mundo hispano vive una larga y profunda decadencia. Europa occidental entera ha dado la espalda a la familia y a los valores familiares... y las consecuencias se palpan en la calle.”
Un perfecto ejemplo del mito del “Paraíso Perdido”, o “Todo tiempo pasado fue mejor” , antes de hablar de los valores de la Iglesia antes del siglo XVIII, revisa en los libros de historia la Inquisición medieval y la matanza de los Cátaros, repasa también un poco la muy temible Inquisición española, sus juicios, torturas y ejecuciones, y no olvides tampoco los muy católicos conquistadores del nuevo Mundo, y sus horribles crímenes en nombre de la evangelización y la corona, como vez “... y las consecuencias se palpan en las calles”
Saludos,
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