Se supone que nuestros padres deben ser nuestros mejores amigos, donde podemos correr con confianza. Pero hay ciertas cosas de ellos que nos ponen los pelos de punta y nos cohiben.

Cuando era pequeña mi papá se enojaba conmigo feo feo. Yo no era una niña mala, asi que no sabía por qué lo hacía. Todavía sus enojos me dan miedo.

Y a tí?