PRIMERA CARTA A LA OPINION PÚBLICA
SOBRE LAS EMPRESAS DE TRANSPORTE AEREO TAM Y LAN.

Somos un grupo de familias (Flia. Costanzo, Flia. Casaña, Flia. Ramirez Friedmann, Flia. Tenace Caballero, Flia. Molas Casco, Flia. Maldonado) que viajamos en forma separada durante el mes de enero y principios de febrero a Estados Unidos con las compañías aéreas LAN y TAM y que a nuestro regreso de las vacaciones, en diferentes fechas del presente año; 18, 20, 22, 25 de enero y 8 de febrero, pasamos por la angustiosa experiencia del “extravío de nuestros equipajes”.

Por cada familia nos extraviaron 2 equipajes de 23 kilos cada uno, sumando una totalidad de 12 equipajes que en conjunto pesaban 276 kilos de pertenencias y recuerdos de los viajes realizados por cada familia.

Desde el mismo momento en que tras largas esperas en el aeropuerto Silvio Petirossi constatamos que nuestros equipajes no habían llegado a destino, empezamos a transitar un largo y agotador vía crucis de desinformaciones y verdades a medias por parte de ambas empresas que se encargaron de transportarnos.

Cada familia se puso a disposición tanto de LAN como de TAM para ayudar de la manera en que pudiéramos y dentro de nuestras propias limitaciones, para la búsqueda de nuestros equipajes. Completamos todos los formularios correspondientes, presentamos las copias de las facturas de todo lo comprado e hicimos largas listas de las pertenencias llevadas y que se encontraban en nuestros equipajes, ya que ambas empresas nos solicitaron como requisito para la búsqueda o para el resarcimiento económico en el caso de constatar el extravío.

Lo grave y llamativo que estos hechos de supuesto “extravió” ocurrieron en distintas fechas; 18, 20, 22, 25 de enero y 8 de febrero en forma consecutiva y a pesar de las denuncias de los primeros casos y ya estando en conocimiento de estos llamativos y reiterados “extravíos” las Compañías Aéreas en cuestión, no adoptaron medida alguna para evitar la continuidad de estos hechos, incurriendo así en una conducta claramente negligente, salvo algunas excepciones de pasajeros que ya advertidos de esta situación por nosotros los afectados, exigieron un trato preferencial a sus equipajes, y así fue … estos equipajes con la etiqueta distintiva de “PRIORITY PASS” si llegaron a destino. Nos referimos entonces a una situación claramente conocida, advertida y evitable por las Compañías Aéreas en alusión.

Inicialmente las empresas transportadoras nos prometieron “de palabra” el resarcimiento total del daño económico que nos causaron ya que consideraban que nuestro caso era excepcional para ambas empresas, pero hasta hoy habiendo transcurrido mas de 60 días del ultimo extravío y luego de numerosas y largas reuniones realizadas y, otras tantas postergadas, ambas empresas pretenden ahora ampararse en contra de la palabra empeñada en tratados internacionales para ofrecernos indemnizaciones irrisorias que no cubren ni remotamente el valor del daño real causado. Siendo que estos tratados son realizados en favor de los propios intereses de las compañías aéreas y con la participación de las mismas, fue en este momento en que empezamos a preguntarnos: quien vela por nuestros intereses como pasajeros ante las líneas aéreas?. En cada viaje que realizamos, no solo estamos depositando de buena fe nuestros bienes materiales que son nuestros equipajes sino que también depositamos en ellos nuestras vidas.

Ante tanta injusticia y falta de voluntad por parte de ambas empresas para compensarnos por el daño que nos causaron, nos vimos en la imperiosa necesidad de poner a consideración de todas las personas que alguna vez viajaron o que lo piensan hacer en algún momento de sus vidas, lo que a nosotros nos ocurrió. Nuestra finalidad es que todos sepan como nos trataron y destrataron ambas empresas y que lo que nos ocurrió a este grupo de 6 familias, no le ocurra a nadie más.

Si estas empresas, tanto LAN como TAM que son inmensas multinacionales, para resarcirnos por los daños que nos ocasionaron, nos ponen sobre la mesa tratados internacionales de los que ni nos hicieron mención al vendernos y emitirnos los tickets electrónicos y que en el contenido de los mismos, mas que protegernos nos dejan con la sensación del mas amplio y absoluto desamparo, cabe entonces que todos nos hagamos la siguiente pregunta; que pasaría con cada uno de nosotros que alguna vez utilizamos estos servicios o que en el futuro planeamos utilizarlos, en el supuesto caso de que nos vuelva ocurrir un incidente similar al nuestro o aun peor que este?, que tratados internacionales que ampara a los mismos interesados que los crearon nos pondrán como excusa para desprotegernos aun mas?. Dios quiera que nadie más y que nunca más tengamos que descubrir cuan desprotegidos estamos todos los pasajeros de líneas aéreas cuando nos ocurre algún tipo de incidente con estas compañías.