Hola:
el amor nos transforma. Como dijo Arcangel, uno actùa diverso, nuestras prioridades cambian, son otras también nuestra compasiòn y ternura.
Es esa fuerza que agiganta la voluntad de un Ulises para llegar al lado de su Penélope o la pasiòn de un Romeo por su Julieta o de tantos otros amores fantàsticos, que no son màs que copiados de nuestra vida. Todos somos en cierta medida ese Ulises o ese Romeo. Sòlo quien sintiò el amor correr por sus venas logra emocionarse con pasiones semejantes.
Cuando uno es sòlo receptor sin contracambiar està traicionando. El amor que recibe no puede ser sentido si no se sabe dar.
Muchos de los que hablan de amor lo vinculan a un Dios para darle un sentido divino a tan gigantezca pasiòn. Parece menospreciarlo si uno lo atribuye a una simple existencia neuronal o enzimàtica.
Soco.