Inmediatamente se abrió la puerta del señor dentista que se llamaba Elvio Lao Amor, cuyo nombre odiaba desde su bautizo, por motivo desconocido tuvo un hijo con tres ojos y sin dientes, como su tía Alba la calva de la lengua bífida y pérfida pero muy rica en dientes postizos de elemento químico, vertical, tres letras: LSD ('L'a 'S'onrisa 'D'entrepierna'). La paciente entró antes de salir a cambiar el diente de leche que el ratón estaba esperando comprar en cibertienda pakistaní pero un anunnaki lo robó de una panadería y hasta Mesopotamia corrió Elvio Lao Amor -camuflado dentista anunnaki-. Sin embargo, el diente apareció justo...