Había una vez un soleado bosque con muchos pajarotes y de hadas bien buenotas todas, pero estaban tristes, no había cheve; esto suponía un buen churro, mínimo, pero llegaron los duendes traviesos, especialistas en sado sex que buscaban sexo, pero no encontraron cocaína y decidieron fumar un churro, que fueron armando un casino clandestino donde apostaban con marihuana, píldoras y éxtasis. Vivían solo con sus amantes axtaciadas, porque tenían lepra y tenian asco, pero muy sadomasoquistas sacaban el latigo, comprado en Sexshop. Cuando agarró el camino hacia aquel puesto de chorizos, en una sentada pidieron 30 tacos, de maciza, nenepil, cabeza ,pastor,bistek, nana, barbacha, sudados, lengua, higado y tripas, ya no podían con la cruda pensaron como curarsela. Entonces pastanken agarró tepache recien hecho,