Él usa capa, espada y tocado en rosa pastel, tutu, leotardo y unos espectaculares zapatos charolados color fucsia, regalo de su asesor de imagen, quien es novio de Rossy, actriz de corto bagaje y amplias petacas envidiadas por las estrellas más rutilantes de pompas caídas y fúnebres miradas resaltando sus ojos intensamente vivaces, alegres rebosantes de ilusión al enterarse que otra vez les lanzaban miradas pispiretas de ojos bizcos por el piedrazo recibido hace años en aquella esquina por Pedro Navaja, puñal en mano made in China de mala calidad con plástico quebradizo que se rompía ¡con sólo mirarlo!, quien intentaba cocinar una carnita asada usando la receta de los ancestros jugadores de fútbol que mi abuela tanto admiraba desde embarazarse de penalti por la retaguardia al cogerla desprevenida bien dormidita y soñando con cupidos desvestidos y sin badajos la desmotivaron con breve suspiro que emitió por