¡Ok, lo confieso! ¡Fui rubia! Pero al menos comprobé que no es cierto aquello de que "las rubias se divierten más."
¡Ok, lo confieso! ¡Fui rubia! Pero al menos comprobé que no es cierto aquello de que "las rubias se divierten más."
Para finiquitar una contienda, no siempre es necesario ser uno quien dice la última palabra. Se proclama uno satisfecho y victorioso; cuando el argumento enemigo empieza a tornarse incoherente, vacío, desesperado y sin sentido...