Aquí una muestra del "nivel de debate de este usuario", sus palabras son un reflejo de su pobreza argumental y diría también que de su miseria humana pero no le conozco.
Entre "jodidos", "pepinos", descalificaciones personales, desprecios gratuitos y fundamentos jurídicos desprovistos de los principios metajurídicos que debieran alimentar a las leyes nos hallamos con él, quien viene al foro a desfogar sus frustraciones y a sacar su agresividad. Lamentable tu actitud salchifriterprince. Allá tú.
Aquí, otras perlas que nos obsequia y que lo retratan:
Nadie pretende convencerte de nada, aunque eres insufrible, nadie está en tu contra y tienes el mismo derecho de expresarte que lo tenemos los demás, aquí nadie se avergüenza de su fe ni de sus creencias pero este tema va del aborto, no de religión y un foro no es el sitio idóneo para que desfogues tus complejos, carencias, frustraciones, proyecciones ni conductas patológicas y antisociales. Para eso, siempre te quedarán los juzgados
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El aborto no es un crimen de una sola víctima; por cada niño inocente que muere en un aborto provocado, la otra gran víctima es precisamente la madre de ese niño. El saldo del aborto es un bebé muerto y en la mayoría de los casos, una mujer que tarde o temprano, en algún momento de su vida estará atormentada por lo que hizo.
Muchas mujeres que decidieron abortar como consecuencia del miedo, la desesperación, el egoísmo o la ignorancia, después de haberlo hecho, se dan cuenta de que no sólo han consentido matar a su hijo, sino que también se han autoinfligido daños, muchas veces irreparables, en sus propias vidas, tanto en la salud física como en la salud emocional, ya que en algún momento, la mayoría de ellas se da cuenta en su corazón, del tremendo error que cometieron.
Tristemente, la mayoría de las mujeres que abortan, no lo hace libremente sino presionadas, inducidas o alentadas por su marido, su novio, sus padres, familiares o sus amistades y su decisión no es libre puesto que la han tomado en un estado emocional vulnerable o de angustia extrema.
MATAR a un bebé indefenso, sin importar la circunstancia de su concepción nunca es una solución; el aborto, aunque por la angustia, desesperación, egoísmo o la ignorancia pudiera parecer como una solución, nunca lo es, es un drama, una tragedia y un crimen. Siempre hay otras opciones alternativas al aborto, dejar nacer al niño que no pidió ser concebido es lo moralmente correcto, sin importar la despenalización del aborto en las leyes de plazos.