El momento perfecto

[RALIS]

El momento perfecto.

Buscando hacer realidad un sueño, o quizás tomar la iniciativa para empezar a hacer algo distinto, existe una pregunta: ¿Es el momento adecuado para esto?
En una ocasión, una pareja de novios (ella y el) tenían un buen tiempo juntos, compartiendo un bonito sentimiento, con altas y bajas, la pareja vivía una relación normal. Fueron invitados a una boda de una amiga de ella; y cómo no ir a compartir un momento tan perfecto como este en el que dos personas deciden unir sus vidas en matrimonio. Fue en un atardecer de mayo, un día muy bonito, el sol tocaba cada cosa con su suave luz, unas cuantas nubes, la temperatura muy agradable, la emoción de una novia que se prepara para llegar unos minutos tarde al altar para encontrarse con su futuro esposo y los nervios de un novio que tomó una decisión valiente y convencido. Entonces la pareja invitada se está preparando para asistir a este evento. ¡Que bonita está ella! ¡Que elegante está el! Se encuentran para llegar juntos al lugar, intercambian halagos, que ayudan a la autoestima a subir un poco, y van juntos a presenciar un matrimonio.

Decorado con rosas blancas, hacia el frente el altar, la cruz. Detrás del altar una fuente de agua, en medio de un verde jardín rodeado de pinos. Un agradable olor a rosas y una agradable sensación de paz. En las esquinas, columnas sostenía aquella gran carpa blanca. Una especie de alfombra hecha con pétalos de rosas, también blancas, hacían en el suelo el camino por donde caminaría la novia al encuentro de su amado. A los lados de este camino blanco, sillas para los invitados. Hasta adelante está muy inquieto un hombre, a su lado un amigo, frente a el sus padres y la familia, así como otros invitados; también familiares de la novia y amigos. Ella y el buscan un lugar rápidamente para sentarse y es cuando justamente empieza a sonar una hermosa melodía, “Il Bel Danubio Blu” de Johan Strauss, y se van acercando los músicos a la vez que entran unas pequeñas danzando y perfumando el lugar con su dulzura, en su danza se colocan en frente de todos y le llenan el corazón de un sentimiento alegre, con su tierna sonrisa y sus movimientos. Ya terminada esta pieza el cura camina hasta el altar bendiciendo a todos, y se detiene delante de la cruz, se arrodilla haciendo reverencia e intercambia unas palabras con el novio y unas sonrisas de felicidad. Los músicos empiezan a tocar “Lohengrin” (Marcha Nupcial) de Richard Wagner. Todos de pie, y el novio respira profundo. Ahí está ella, con su hermoso vestido blanco, acompañada por su padre quien camina con ella despacio hasta el altar, los ojos del novio clavados en ella. Papá le da un beso en la frente y le dice algunas palabras y la deja en manos del joven.

“Puede besar a la novia”, dice el cura luego de que ambos aceptan esta unión. Un beso muy tierno. ¡Que emoción! Luego las sonrisas, los abrazos, las palabras de felicitaciones, y más luego, la fiesta para los invitados, que, sin duda, todos disfrutan.

Al siguiente día, ella y el, salen juntos a caminar, a pasar un tiempo juntos. Y ella no puede evitar recordar el día anterior en el que presenció la boda de su amiga, el nota que sus conversaciones están muy ligadas al tema del matrimonio y siente dentro de sí que ella está tratando de decirle algo; y efectivamente ella le dice: “Estoy lista”, no hay que ser un genio para entender de qué estaba hablando ella. A lo que el responde: “Cuando las cosas mejoren, mi amor.”

Es de imaginar la decepción de ella, hubiera preferido que el guardase silencio. Y he aquí donde empieza el dilema.

El ser humano de hoy en día tiene miedo de tomar decisiones que incluyan un riesgo mayor. No estoy hablando sólo de dinero, como el caso de este personaje, sino de riesgos sentimentales. Un miedo que hasta cierto punto tiene sentido.

¿Quién está seguro del amor del otro en estos tiempos? ¿Quién se arriesga a entregar su corazón? ¿Quién confía en quién? Si la experiencia demuestra que hay hombres que engañan y hacen sufrir a la mujer en su corazón una amargura y una tristeza inescrutable; hombres con una mente finita, que no pueden ver más allá del cuerpo de una mujer, no saben que también es un ser humano, con quien pueden compartir el corazón. Pero que ingrata es la experiencia, hay mujeres que también son así, entonces se vuelve un círculo vicioso. A nadie le interesan ya los sentimientos. Y los hombres diferentes y las mujeres diferentes se ven en una situación en la que también les cuesta creer que exista alguien diferente para tomar un riesgo mayor, y vivir un momento perfecto.

Pero por alguna razón, ese alguien aparece cuando menos se espera, entonces el momento perfecto ese mismo momento, en el que se cree en algo diferente y se quiere alcanzarlo. Cuando parece imposible, porque se complica, es el momento perfecto para creer en ese alguien diferente que vale la pena y la alegría, y no dejarlo perder, y vencer el miedo y darle una oportunidad al corazón de sentir un sentimiento perfecto que puede convertir cualquier lágrima en una sonrisa, un sentimiento que puede convertir cualquier momento en el momento perfecto.
El momento perfecto es este mismo momento.

Ralis

[ninia_angelical]

Ya, pero lo que a otro le parece un buen momento igual a ti no... o al contrario... yo intento pasar todo el tiempo q puedo cn mi pareja pero siempre hay algo que nos separa, es como dar palos al viento... y ante el momento perfecto hay algun problema siempre.