Había una vez un tipo tan webon, pero tan webon que prefería chiflarle al perro para ver si entraba mogado {en días de lluvia} esa tarde el tipo se encontraba en su hamaca como de costumbre, atada las puntas a 2 narangos, de pronto sube la vista {de milagro} y mira una naranja muy grandota jugosa y muy sabrosa, en eso el tipo dice, Dios si en verdad existes mándame esa naranjota sabrosota, y como arte de magia le caí la naranjota en sus manos, y el tipo dice: No manches w pelada.