Sí, se puede. El corazón humano es grande y... generoso
Sí, se puede. El corazón humano es grande y... generoso
Para finiquitar una contienda, no siempre es necesario ser uno quien dice la última palabra. Se proclama uno satisfecho y victorioso; cuando el argumento enemigo empieza a tornarse incoherente, vacío, desesperado y sin sentido...