Tanto se habla del amor romántico, y a mi por las noches me da por pensar en el amor que le tengo a mi primer y único hijo. Claro que pienso en ese amor que te pone a pensar en otra persona, en el olor de su piel, en el tacto de sus manos... pero a mi las noches me huelen a bebé. Quizás porque no le pude abrazar es que añoro tanto lo que no pude tener.
Ha sido, por mucho, el amor que más miedo y más dudas generó en mi. El amor que me puso de rodillas y sin saber qué hacer. Pero se disipa todo cuando escucha uno los latidos esos tan acelerados de un corazón que es ajeno, pero que uno ha ayudado a crear. Han pasado 3 años y aún no logro encontrar las palabras para describirlo, jaja. Lo lamento.
El caso es, que amo una canción de Aterciopelados. Andrea Echeverri le dedica
"Mi vida brilla", a su hija Milagros. Y cada palabra me suena a lo que canta mi corazón.
Se ve muy bien el panorama
Chispas de bengala por doquier
Ahora sí mi vida aclara
Se ha iluminado mi jardín
Haces la cosa sencilla
enciendes mis luces
y mi vida brilla
Luciérnagas amarillas
se cruza un milagro
y mi vida brilla
Qué bellos destellos
candentes pedazos de sol
todo cristalizas
me envuelves en gran esplendor
Lucero de la primavera
Eres el eterno amanecer
Estrella de la nueva era
A mis sueños traes lucidez
Fuego y pirotécnia
burbujas y rayos de amor
disipas las sombras
las mandas a otra dimensión
Haces mi vida brillar