De hecho, ni las más sabias frases ni nadie puede hacer abrir los ojos a aquellos que están perpetuamente dormidos...
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Sölo uno de mis hermanos quedó como creyente. Es el mayor. se paró una vez frente a catedral en México y me dijo, ¿sabes quién construyó este hermoso edificio? Si, los obreros de la construcción, le contesté en términos socialistoides. No, Dios, me dijo, ¿de verdad crees tu patraña? Y jamás me volvió a insistir.
Alguna vez creyó que se sacó una rifa por encomendarse a la virgen. Pero creyó coas más absurdas que fue que por rezarle a Dios, nació su hijo ante el sufrimiento del parte por parte de la madre. O que porque deseaba un coche de color azul, al ir a ver al vendedor era azul, por lo tanto se produjo el milagro del coche azul.