El humor si tiene bandera
A muchos que no sois españoles seguramente os hará gracia saber de lo que nos preocupamos aquí por regiones. Los que somos de aquí sabemos mas o menos los tópicos.
EL HUMOR SI TIENE BANDERA.
Si usted ha viajado por España quizá identifique buena parte de las atribuciones que hacemos a los habitantes de cada una de las comunidades autónomas.
Esta breve guía puede servirle para no ofender queriéndose hacer el gracioso.
ANDALUCES espontáneos
Les gusta repetir que "se ríen hasta de su propia sombra". Son capaces de soltar una carcajada incluso en un tanatorio y se caracterizan por su sentido del humor espontáneo y reiterativo. Entre todos ellos, los gaditanos llevan a gala ser los más cómicos, con un humor más fino y comedido. No soportan el estereotipo de andaluces de faralaes, graciosos a la fuerza y pesados como nadie.
ARAGONESES francos
Tienen un sentido del humor franco y directo que encaja bien con su fama de testarudos. Los retruécanos no están hechos para ellos: prefieren lo evidente. Si algo les molesta y les hace perder la sonrisa es la ridiculización de sí mismos, pintados como paletos y algo brutos.
ASTURIANOS sencillos
No son de carcajadas, más bien de sonrisas. Les divierten las bromas sencillas y sin mucho rebuscamiento. Disfrutan metiéndose con los gallegos, pero tuercen el gesto cuando alguien se burla de ellos y les saca a relucir sus costumbres más pueblerinas.
BALEARES "guiris"
Las risotadas no son frecuentes, y siempre tienen que ver con los guiris, tanto alemanes como peninsulares. Desaparece su sentido del humor cuando confundes Palma con Las Palmas de Gran Canaria y cuando el presentador del tiempo oculta las islas detrás de su espalda.
CANARIOS costumbristas
Escapan de los chistes ácidos y zahirientes. Se decantan por la temática del día a día, donde se llevan la palma los chistes sobre el turismo. La disputa entre canariones (grancanarios) y chicharreros (tinerfeños) es el pan nuestro de cada día, pero, sobre todo, les solivianta que alguien ajeno a las islas ironice sobre las peculiaridades canarias.
CÁNTABROS austeros
Tienen fama de sosos y ellos mismos confiesan reiteradamente que "ríen por no llorar". Sus bromas no traspasan el umbral de sus fronteras y, por eso mismo, ahora ríen, por no llorar, de las "vacas locas". Les molesta que aquellos que no los conocen repitan el tópico de que son estirados y fachas.
CASTELLANOMANCHEGOS cotidianos
Son tierras de paso, reunión de multitud de talantes. Animan el día riéndose de lo más cotidiano y de los asuntos políticos de carácter local. Ríen a carcajada limpia y es difícil que pierdan los papeles, pues aceptan muy bien las críticas.
CASTELLANOLEONESES paradójicos
Muestran un humor interiorizado y algo lacónico. Celebran los dobles sentidos, las paradojas y se reservan las risas para las bromas de contenido sexual. Su susceptibilidad es fácil de despertar y su orgullo castellano no tolera que sean ellos el tema de mofa.
CATALANES ingleses
Hay quien dice que su risa se parece más al humor inglés -son confesados adoradores de Mr. Bean- que al español. No les van las picardías; gustan de las bromas inteligentes, preferiblemente políticas, y que no despiertan la risa fácil. Jamás humillan a los demás para provocar la risa y, por eso mismo, no les hace ni pizca de gracia el estereotipo de personas tacañas que de ellos se difunde habitualmente.
CEUTÍES Y MELILLENSES bromistas
Despliegan un sentido del humor muy parecido al de los andaluces: extrovertido y a flor de piel. Como ellos, gustan de hacer bromas continuas y reservan las críticas para las chirigotas de los carnavales. En el otro lado de la balanza, son muy susceptibles con el tratamiento que les dispensan los peninsulares y les enfada ser ignorados. Todavía no han podido olvidar la polémica de un anuncio de cava, donde aparecían todas las comunidades autónomas, salvo Ceuta y Melilla.
Yo me encuentro aquí :blushing:
EXTREMEÑOS fáciles
Risueño como pocos, el extremeño suelta la carcajada con el humor más tradicional: el de imitaciones y chistes fáciles. No soporta que sus vecinos le tomen el pelo, ni siquiera de manera discreta.
GALLEGOS irónicos
Sienten inclinación por el humor más retorcido e irónico y, según personalidades, hasta cínico. Les gusta hablar con segundas,. Desde antiguo, los de Vigo se divierten ridiculizando a los de A Coruña, a quienes llaman turcos, y al contrario. Las bromas con la muerte de fondo son sus preferidas y, como asegura el dicho, "con el gallego nunca sabes si sube o baja, si le hizo gracia o no".
RIOJANOS amables
Su humor es más de situaciones que de palabras. Sonríen con los equívocos sencillos y amables y huyen de la risa que se asienta en la mofa de desgracias ajenas. Les irrita que mucha gente no sepa dónde colocarlos en el mapa y que les confundan con los vascos.
MADRILEÑOS "vacilones"
Es la ensalada del humor: el satírico, el discreto, el lingüístico y el más tosco se dan la mano. Son proclives a la conversación trufada de coletillas simpáticas y fáciles. Les gusta "vacilar" en las conversaciones y no tragan con su imagen de chulos.
MURCIANOS ingenuos
Se ironiza con las penurias que soportan otras comunidades autónomas.
Se ríen de lo bien que se vive en Murcia y de los pocos "peninsulares" que tienen conocimiento de ello. Así, presentan un humor ingenuo, que varía según llueva o no. Viven de la tierra y, por eso, la cantidad de agua condiciona tradicionalmente sus risas y sus llantos.
NAVARROS plurales
Tienen un sentido del humor muy plural: desde el humor más grueso al más refinado. Les encanta discutir y se ríen los unos de los otros: los más conservadores lanzan bromas contra los más vanguardistas, y a la inversa. Pero el vecino no les basta, por eso también les gusta arremeter contra los "guipuchis" (guipuzcoanos). No les hacen gracia las palabras altisonantes, y menos cuando mencionan a sus parientes.
VASCOS de ellos
Se desternillan con los chistes en los que aparecen como protagonistas y, curiosamente, aceptan bien las imitaciones deformadas que se hacen de ellos (exagerados, algo brutos...). Prefieren las situaciones divertidas a los juegos de palabras. Los bilbaínos hacen diana con los guipuzcoanos y al revés.
VALENCIANOS estruendosos
Paradójicamente, aquello que suscita sus más estrepitosas carcajadas es también lo que más les irrita. El tópico cuenta que les divierte reírse de sí mismos, pero no aguantan que otros se rían de ellos y, mucho menos, sus vecinos catalanes
:001_smile: Saludos
