... inverosimil ... o progresivo? ...
EL QUE LEE ENTIENDA
... este es un texto controversial, los inteligentes veran sentido de advertencia y observación del presente, otros culparán a Dios por esto ... pero la verdad es que sea lo que sea que pensemos, esto ya está pasando ...
Mr. 13:14 Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, * puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. .....
Dn. 9:26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí;
y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario;
y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
* 27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos;
a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. .....
Una de las grandes señales del fin de los tiempos fue hace dos mil años, cuando Tito el General romano sitió Jerusalén en el año 69-70 D.C. hasta que al final del asedio destruyó los muros, la ciudad y el templo, esto en los días de Jesús era aun futuro, pero como los apóstoles estaban preocupados por la seguridad de ellos y el pueblo, es que fueron unánimes en preguntar acerca del fin, aunque no sabían que el fin de los tiempos era uno respecto a ellos como nación y otro como el final de las civilizaciones de la tierra o del tiempo de los gentiles; ¿a cual de esos finales se refirió Jesús?
En primer lugar al de los Judíos como nación en ejercicio de su soberanía, pues les recordó la profecía de Daniel en la que textualmente habla del ejército romano “un pueblo” y de Tito como “un príncipe que ha de venir” esto después de que al Mesías (Cristo) se le quitara la vida, entonces esto sería como 36 años después de que Jesús hablara de ello.
Pero hay algo muy interesante en las palabras del Señor y es la frase “(el que lee entienda)”. Como en muchos pasajes en que deberíamos pasar más tiempo en discernirlos, en especial cuando deseamos saborear la coherencia a veces enigmática de la Biblia, como en éste caso, en que Jesús habla de la abominación desoladora, que sabemos se refiere a los hechos del anticristo al final del gobierno humano.
Lo evidente en éste caso y dada la secuencia del texto como advertencia y mandamientos respecto a estos eventos inminentes y a la vez una parábola del futuro, es que cualquier lector podría transliterar la razón de la diáspora judía en la destrucción de Jerusalén, como el cumplimento de las profecías para nuestra época y de ese modo construir un devenir diferente para toda la humanidad, alegorizando el resto de la Biblia en especial el Apocalipsis.
Lo que intento resaltar es que los Judíos consideraban la mayor abominación gentil, en destruir su templo con la directa intención de poner fin a la esperanza de que Dios no lo permitiría, ignorando voluntariamente las profecías que lo anunciaban, atribuyéndole a Dios responsabilidades sobre privilegios perdidos de ellos, dada la decadencia espiritual de su época y el hecho de que en Cristo se había cumplido toda la Ley y la redención del hombre ya había sido consumada, por lo que era inútil el ejercicio del sacerdocio levítico.
Lo que los apóstoles debían de saber como futuros mensajeros del Evangelio, es, cómo estaban determinadas las cosas para el presente inmediato de ellos como para el futuro de la Iglesia cristiana bíblica y todas las naciones de la tierra, para que tuviesen plena objetividad en sus ministerios y pudiesen así escribir el nuevo testamento, enfocándose en los eventos históricos más relevantes de la joven iglesia y la doctrina en todas las facetas en que debemos ser competentes cada nueva generación de creyentes.
Entonces tocante a la abominación desoladora se refiere a la semana setenta de la profecía de Daniel, es un periodo de siete años en que el anticristo gobernará el mundo entero, (el sueño de todos los dictadores de la historia) entendemos que éste a la mitad del periodo en que ejerce el poder de mar a mar, rompe su tratado de paz y seguridad con las naciones, la cual estaría condicionada a su supremacía total pues se sentará en el templo de Dios haciéndose pasar por dios en el culto judío que por entonces le considerarán su Mesías, pues ellos en ese tiempo habrán vuelto a construir el templo en Jerusalén y entonces la bestia execrará el templo, dando inicio así a la tercera guerra mundial, colocando a todos contra todos, a más de que éste tendrá acceso a todo el arsenal de destrucción de tierra.
Todo el planeta será como Jerusalén en los tiempos de Tito pues se tendrán que sujetar a las políticas de racionamiento de alimentos, control total de toda transacción de servicios y productos, provocando el descontento del mundo que recién se dará cuenta que las advertencias de la Biblia eran ciertas, esta situación de confundir la una por la otra profecía es una situación que es propiciada por Tito y su ejército en el primer siglo de la era cristiana y obviamente por Satanás que a oscurecido las mentes de muchos “teólogos” para desviar la comprensión correcta de las profecías de la Biblia; por eso el Señor Jesucristo respecto a éste pasaje prevé tal hecho con éstas palabras: “puesta donde no debe estar” en referencia a la abominación desoladora cuyo evento real se llevará a cabo en nuestro futuro trágicamente ya bastante cercano.
Concluyendo, es pues necesario para la humanidad tomar en cuenta estos detalles en que se redunda en el advenimiento del anticristo al mundo, aunque muchos lo den ya por hecho, ignorando voluntariamente lo que dijo el Señor Jesucristo: ….”Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda),…” Mr. 13:14
