Iniciado por
MagAnna
Sabes? Estoy pensando en ciertas profesiones que cambian a menudo el destino de la gente.
Tenemos a los médicos que acaban sus carreras con el juramento hipocrático y siguen con otro juramento, llamado Declaración de Ginebra, que sale a raíz del Código Internacional de Ética Médica.
Éste último juramento dice así:
Prometo solemnemente consagrar mi vida al servicio de la humanidad, otorgar a mis maestros el respeto y gratitud que merecen, Ejercer mi profesión a conciencia y dignamente, Velar ante todo por la salud de mi paciente, Guardar y respetar los secretos confiados a mí, incluso después del fallecimiento del paciente, Mantener incólume, por todos los medios a mi alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica, Considerar como hermanos y hermanas a mis colegas, No permitiré que consideraciones de afiliación política, clase social, credo, edad, enfermedad o incapacidad, nacionalidad, origen étnico, raza, sexo o tendencia sexual se interpongan entre mis deberes y mi paciente, Velar con el máximo respeto por la vida humana desde su comienzo, incluso bajo amenaza, y no emplear mis conocimientos médicos para contravenir las leyes humanas, Hago estas promesas solemne y libremente, bajo mi palabra de honor.
Bien.
Y luego, tenemos los jueces que deben jurar aplicar las leyes.
Pues sinceramente, pienso que el mundo está a cada vez peor. No se aclaran ni con agua limpia! Porque en este preciso caso de esta joven T.J. de 20 años, un juez dictamina que como el deseo por credo de esta chica, es de que no intenten salvarla, pues no se hable más!! Punto y amén!
Y por otro lado, sacan todas las pegas del mundo, en los casos en que muchos pacientes desahuciados y con un terrible sufrimiento, piden la eutanasia, y entonces, aquí los jueces ni oyen, ni escuchan, ni aceptan otorgar una muerte digna. Y además, condenan a cualquiera que intente ayudar a acabar con ese agónico sufrimiento!!
Y los médicos, qué? Y sus códigos, sus juramentos?
Aquí, hay conflictos entre los juramentos, las leyes y los profesionales que los imparten y los aplican. De alguna manera, deben reformar esas leyes, esos códigos y esos juramentos, porque todos se contradicen en actos y palabra.
Y la gente sigue sufriendo.
Y otros siguen muriendo.
Y ya no sigo, porque creo que ya me habéis entendido.
Dios mío! Que no nos toque nunca tanto sufrimiento! :sad: