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Libertad
Hasta el último segundo, no pude creer que tan sólo unas cuantas puertas metálicas, automatizadas y videovigiladas que empezaban a abrirse, me separaban de un cielo mucho más azul que antes, una increíble visión que me llegó de golpe, anunciándome al fin, esa tan ansiada libertad que ya nunca parecía existir para mí...
Heredo la palabra: Resiliencia.
OT: no soy buena pal rollo, de acá los leo.
El día estába terminando y un hermoso tono rosa/morado lo anunciaba por todo el cielo.
Sara iba tomada de la mano de su mamá por la calle principal, cuando una música muy fuerte comenzó a sonar y de una calle salieron un montón de bailarines y de entre ellos se distinguía un joven que parecía que volaba con tanto malabar que hacia, se dirigían hacia una chica que estaba sentada en una mesa en el patio de un café muy popular de la zona.
Sara le preguntó a su mamá ¿Qué era todo eso?. Su mamá le dijo que se trataba de una propuesta de matrimonio, y ¿por qué hace todo eso? (Preguntó refiriéndose a todo el show que llevaba tras de él) Por que está enamorado, le contestó.
Sara se quedó mirando atentamente esa escena, supo que ella había dicho que sí ya a lo lejos porque el chico la cargó de la cintura y la abrazo celebrando su respuesta, le pareció algo tan lindo y romántico, que entonces Sara supo que ella también daría saltos y maromas cuando estuviera enamorada.
Heredo la palabra: Fe.
Levedad
Aquello fue algo insólito!
Nada más declarar lo que iba a hacer, mi amigo empezó a concentrarse, manteniendo los ojos apretados y respirando hondo. De repente, abrió los ojos y al ver aquella mirada oscura, supe que realmente algo inesperado iba a pasar.
Hizo una pirueta con los dedos de su mano izquierda y entonces, pude presenciar algo que no tenía otra explicación que el poder de la mente sobre la materia. Pues mi primo acababa de levantar mi pequeño y viejo Ford Pinto, como si fuera una pluma de tal levedad, que al soplar en su dirección, mi coche empezó a dar vueltas como una bonita peonza metálica y brillante.
Y en aquel momento, lo dí todo por perdido y pensé en que ya podía despedirme de mi viejo amigo (el coche). Mi amigo de carne y hueso, ya hacía mucho que lo había perdido. Pues ya sólo vivía para su propio mundillo extraño...
Heredo la palabra: Creación